Tres nombres para la historia del deporte canario. A las 17 medallas que habían logrado catorce deportistas del Archipiélago a lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos, ahora hay que añadir tres estandartes más a los versos insulares tras la conclusión de la cita olímpica deTokio 2020. El lanzaroteño Rayderley Zapata y el tinerfeño Pedri González se colgaron la plata en la tierra del Sol Naciente; mientras el grancanario Daniel Sarmiento conquistó el bronce. Tres preseas de las 17 que alcanzó la representación española y que están cargadas de un marcado acento isleño. Tres líderes en sus distintas facetas para rubricar sus nombres con letras de platino.
El idilio canario con el medallero español es una constante. Si bien la primera presea de oro de la historia nacional la consiguieron Luis Doreste y Roberto Molina a bordo de su 470, desde que se abriera la lata en Los Ángeles 1984, solo Sydney 2000 y Atenas 2004 ha supuesto un lunar en los éxitos olímpicos canarios. 27 años después, las Islas siguen aportando alegrías a todo un país delante de sus televisores.
Eso sí, si los grandes baluartes en el nuevo siglo habían sido las mujeres, con siete medallas conquistadas por Paola Tirados, Thais Henríquez (dos), Marta Mangué, Astou Ndour, Leonor Rodríguez y Leticia Romero, en Tokio no ha sido los Juegos de las deportistas canarias. Ningún éxito, a pesar de que las expectativas eran altas con las participantes isleñas.
A pesar de que la racha es positiva y se suman ocho Juegos de los diez últimos disputados con al menos una medalla conseguida por un deportista insular, también cabe tener en cuenta que la presea que mejor sabe, la que más brilla, esa de oro que hace perpetuos a los atletas, se lleva resistiendo a venir al Archipiélago hace ya un cuarto de siglo.
Desde que Fernando León se colgara la medalla con más brillo en su pecho en los Juegos de Atlanta en 1996 en la clase Tornado, ningún representante canario ha vuelto a catar el sabor más dulce que supone alcanzar el oro olímpico en sus deportes, ya sea de equipo o individual.
Pedri y Ray, los héroes
En la edición que pasará a la historia por haber estado marcada por la presencia del coronavirus, los dos canarios que estuvieron más cerca de romper la maldición de la plata fueron Ray Zapata y Pedri González. El gimnasta lanzaroteño incluso se puede decir que moralmente tiene colgada la medalla de oro ex aqeuo colgada a sus pectorales, pues el conejero quedó empatado con el israelí Artem Dolgopyat, aunque fue cruelmente despojado del título por un desempate que el propio gimnasta desconocía a la hora de concluir su ejercicio sobre el tatami nipón.
El que también se quedó a un peldaño del primer lugar del podium en Tokio fue Pedri. El integrante de la selección española de fútbol no pudo ganar la final tras acumular otra prórroga en sus piernas y tuvo que asumir la derrota ante Brasil para colgarse la medalla de plata, la tercera que consigue la provincia de Santa Cruz de Tenerife (dos más de Sergio Rodríguez en baloncesto) de las 20 que suma ahora Canarias.
Por su parte, Dani Sarmiento se hizo con la medalla de bronce en el 20x40 de balonmano con los Hispanos después de que el equipo de Jordi Ribera se repusiera a la derrota frente a Dinamarca en el cruce de semifinales y pudieran rearmarse para vencer a la correosa Egipto en la llamada final de consolación.
El de Las Torres añade de esta forma un éxito más a su trayectoria, una carrera plagada de éxitos en la que el palmarés del central forjado en el Balonmano Gáldar con la camiseta roja luce un Mundial, dos Europeos, un bronce mundial, otro europeo y el ahora alcanzado en el torneo olímpico.
Carla, medallista de la vida
Pero si hay un momento que destacar en lo que respecta a la representación canaria en estos Juegos y que más pasiones levantó a pesar de no colgarse una medalla en competición, esa fue Carla Suárez.
La tenista grancanaria sumó sus cuarta experiencia olímpica en las pistas asiáticas después de sus presencias en Pekín 2008, Londres 2012 y Rio 2016, pero la de Tokio llegó en un momento especial en su carrera al suponer sus últimos partidos como profesional y sobre todo, tras regresar a las canchas al haber superado un linfoma de Hodgkin que le apartó del circuito el año pasado.
Carla Suárez gana su primer partido en individual tras su vuelta al superar un linfoma de Hodgkin
Carla fue el centro de atención del mundo del tenis. La insular volvió a paladear la dulzura de un triunfo al pasar por encima de la tunecina Ons Jabeur, una de las aspirantes a dar la sorpresa en Tokio después de llegar a los cuartos de final en Wimbledon. Solo Karolina Pliskova, una de las cabezas de serie del cuadro pudo apear a la grancanaria del torneo individual.
Las lágrimas llegaron cuando fue eliminada junto a Garbiñe Muguruza en la modalidad de dobles en segunda ronda. Emoción a raudales tras perder en el supertiebreak frente a las suizas Belinda Bencic y Viktorija Golubic, a la postre medalla de plata.
Naufragio en vela
La vela y España son sinónimo de medallero. En esta cita de Tokio, de las 17 conseguidas, dos recayeron en modalidades náuticas con la pareja Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez García-Paz en 470, además de la lograda por Joan Cardona en la clase Finn. Y si es sinónimo de éxitos en parte es por la destreza insular a bordo de los cascos. En esta cita, la esperanza estaba puesta en dos mastodontes del deporte olímpico por excelencia en España, Patricia Cantero y Tara Pacheco.
Las grancanarias tuvieron suerte dispar. Si bien Pacheco pudo pelear por subirse al podio hasta el último día y se tuvo que conformar con el diploma logrado junto a Florian Trittel en la clase Nacra 17 al ser sextos; las regatas de Cantero junto a Silvia Mas se le complicaron durante la semana.
El dúo, que llegaba como campeonas mundiales y unas de las grandes favoritas a colgase el oro en Tokio, no pudieron meterse en la Medal Race y se quedaron undécimas, lejos incluso del diploma olímpico. Una decepción en cuanto a la competición, pero siempre teniendo en cuenta que participar en unos Juegos no está al alcance de cualquiera.
Tara Pacheco llega a la sexta plaza para llevarse diploma olímpico en la clase Nacra 17 de vela
Experiencia olímpica de la que podrán presumir junto a Ángel Granda y Joel Rodríguez. El primero surcó las aguas del Pacífico a bordo de su RS:X para lograr un meritorio décimo puesto después de haber emocionado a Canarias con el coqueteo con los primeros puestos durante las primeras regatas. Mientras que Rodríguez se lanzó al campo de regatas para concluir en la decimosexta plaza tras no lograr meterse en la Medal.
Regeneración necesaria
En los deportes de equipo, las selecciones españolas confirmaron que no están al nivel brillante de la última década. En baloncesto, los dos equipos cayeron en cuartos de final –ante Estados Unidos en el masculino y Francia en femenino– dejando a Sergio Rodríguez sin la posibilidad de sumar una tercera medalla y a Leonor Rodríguez y Astou Ndour de repetir la gesta cosechada en Rio 2016 con la presea de plata con la que soñaba Maite Cazorla.
Almudena Rodríguez y la selección de balonmano cayeron en la fase de grupos tras no superar a Rusia, Hungría y Suecia. Una decepción mayúscula tras llegar como subcampeonas mundiales a la cita olímpica y estar entre las favoritas a reeditar los éxitos cosechados en el pasado.
Cuestión distinta perpetró la selección de hockey hierba. Candela Mejías y Melanie García llegaron a cuartos de final y solo los shot-outs ante Reino Unido –campeona olímpica en 2016– les privó de continuar el sueño hasta la semifinal.
El tinerfeño Andrés Mata en halterofilia quedó en octava posición y el palmero Samuel García se vio en la final de relevos 4x400 mixto del que fue despojado tras las reclamación de Estados Unidos y República Dominicana.
Finalmente el saltador de plataforma de 3 metros del CN Metropole, Nicolás García-Boissier, tuvo que conformarse con acudir a los Juegos ya que no logró clasificarse para la semifinal y quedar como primer reserva al concluir la primera ronda en el decimonoveno puesto.
