Opinión

Misa y la estela del sueño de una futbolista

Misa Rodríguez, junto a Putellas, y la Copa del Mundo.

Misa Rodríguez, junto a Putellas, y la Copa del Mundo. / ASANKA BRENDON RATNAYAKE

Paula Coba

Todo lo que ha venido haciendo la selección española en este histórico Mundial de Australia y Nueva Zelanda creo que va a incidir de una forma muy positiva en todas las chicas que jugamos al fútbol, sobre todo para aquellas que vienen desde abajo y que por fin pueden tener un referente femenino en el que fijarse, todas y cada una de las jugadoras que han formado parte de esta España que conseguía ayer proclamarse por primera vez en su historia, campeonas del Mundo. Estas jugadoras están poniendo el camino más fácil a todas nosotras. Esta victoria de España ante Inglaterra, que nos convierte en las campeonas del Mundo, va a tener una incidencia brutal en el fútbol femenino, estoy segura de que mucha gente empezará a ver y hablar de lo que es el fútbol femenino y es algo que creo que nos puede ayudar muchísimo a todas las jugadoras canarias, como en su día lo consiguieron Misa Rodríguez o Andrea Falcón, el poder jugar en la máxima categoría o incluso en el extranjero. Ellas con su éxito sin precedentes, van a conseguir que los clubes de fútbol apuesten fuerte por tener una sección femenina y los que ya lo tienen, que destinen cada vez más recursos para poder tener equipos y jugadoras cada vez más importantes y que poco a poco se vaya equiparando con el fútbol masculino, al menos en lo que se refiere a las instalaciones deportivas. En nuestra Isla, Gran Canaria, contamos afortunadamente con varios clubes que tienen ya equipos femeninos, pero es cierto, que todavía nos falta muchísimo para llegar a tener las condiciones de otros equipos de la península o del extranjero. Por desgracia, muchas jugadoras se ven obligadas en cierta forma a tener que abandonar nuestra tierra, para tener más facilidades de poder hacer lo que más nos gusta, jugar al fútbol. No es fácil abandonar tu zona de confort para conseguir tu sueño, pero ellas han demostrado que vale la pena.

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