Entrevista | Sayna Mbengue Lateral de la selección española y del Gloria Bistrita

Sayna Mbengue: «La diferencia de nivel en Rumanía se nota mucho»

La lateral derecho grancanaria hizo las maletas el verano pasado para saltar del Rocasa al Gloria Bistrita rumano y aumentar la competencia. Tras perderse el Mundial por una lesión en el codo, ahora tiene en mente ir a los Juegos Olímpicos de París.

Sayna Mbengue, con la camiseta del Gloria Bistrita de Rumanía. | | GLORIA BISTRITA

Sayna Mbengue, con la camiseta del Gloria Bistrita de Rumanía. | | GLORIA BISTRITA / David Rodríguez

David Rodríguez

David Rodríguez

¿Cómo está siendo la vida en Rumanía? ¿Bistrita es muy diferente a Gran Canaria?

La verdad es que es bastante apacible. En Bistrita no hay muchas cosas que hacer, pero al final yo vengo aquí a jugar al balonmano y estamos todo el día de viajes. Venía con las expectativas bajas y la vida es tranquila. Si le tuviera que poner una pega es sólo el frío que hace. El día a día se pasa en los entrenamientos: gimnasio por la mañana, vamos a comer a un restaurante en el que tiene convenio el club, después a casa a descansar y ya tocamos balón por la tarde.

¿Cómo se siente en el Gloria? No sé si Almudena Rodríguez le habló del club y de sus años en el Bistrita.

Me siento muy bien en el equipo, me han acogido genial. Tenemos bastantes fichajes nuevos y muchas somos extranjeras. Almu me había dicho más o menos cómo era esto y que era un club muy profesional. Tenemos de todo para recuperarnos físicamente, médicos, fisios, masajistas. Estoy súper contenta de estar aquí.

¿Cómo es el ambiente en el vestuario? Porque es la única española... ¿Con quién se lleva mejor en el equipo?

Este año al ser tantas jugadoras de tantos lugares distintos es un poco raro, pero el ambiente es magnífico. Al final tenemos que hablar en inglés porque somos muchas extranjeras. En el equipo hay dos brasileñas [Renata De Arruda y Tamires Araujo] y una montenegrina [Anastasija Babovic] que son con las que puedo hablar español. Las brasileñas tienen montón de marcha, pero entre todas nos llevamos genial.

«No me pierdo un partido del Rocasa; son muy jóvenes ahora, pero habrá resultados en el futuro»

Van terceras en la Liga y están en los cuartos de final de la European League en el que se enfrentan al Motherson Mosonmagyarovari [el 16 de marzo en Hungría y el 23 en Rumanía]. ¿Es distinto el nivel de la Liga rumana a lo que estaba acostumbrada en la Liga Iberdrola y la Challenge con el Rocasa?

Se nota muchísimo la diferencia. En Rumanía cualquier equipo te puede ganar. Suena a tópico, pero es así. El último clasificado te va a plantar cara. Casi todos los partidos se deciden al final. En cuanto a Europa sí he notado la carga de viajes que estamos haciendo. Hubo una vez que estuve dos semanas fuera de casa entre partidos de liga y europeos. A diferencia de cuando lo hacía con el Rocasa, que jugábamos la Challenge, este año es muchísimo más complicado el nivel. Ahora nos vienen los cuartos contra las húngaras y vamos a ver si podemos luchar por el título.

Hablemos de la selección. No pudo estar en el Mundial por una lesión en su codo. ¿Cómo pasó esos días viendo la competición por la tele?

Tuve que abandonar la concentración por el problema del codo. Venía de varios partidos atrás con molestias y los médicos, entrenadores y yo misma decidimos que lo mejor era no arriesgar porque el ligamento estaba tocado. Volví a casa a hacer rehabilitación en ese mes del Mundial y sí, desde el sofá estuve animando súper nerviosa, obvio, pero esta vez no pudo ser.

Regresó a la selección para sellar el billete al Europeo y con un MVP la semana pasada en Lanzarote. ¿Se siente respaldada por Ambros Martín para también ser parte importante en el preolímpico de abril?

¡Ahora sí pude volver! Es un regalo para mí ir a la selección, así te lo digo. Fue todo genial. Encima jugando en Canarias fue más especial todavía. Tuvimos mucho trabajo, pero pudimos clasificarnos. En cuanto a Ambros se nota que confía muchísimo en todo el grupo y eso es un plus para seguir creciendo. Te motiva a trabajar en el club para venir a la selección.

Este año sí que sí se quitas la espina de no haber podido ir a los Juegos de Tokio. ¿Piensa en la cita olímpica de París?

¡Obvio! Es el sueño de todos los deportistas. Tiene que salir la convocatoria todavía y voy a trabajar muchísimo para estar en la lista. De París no sabemos nada, ni tan siquiera si vamos a ir porque que tenemos que clasificarnos en el preolímpico. Si me llaman supongo que será como resultado al trabajo que me queda por hacer en mi club de aquí al verano.

Este año el Rocasa está sufriendo con la salida de tantas jugadoras el verano pasado. ¿Qué mensaje manda a las compañeras que siguen en el club?

Tienen una plantilla con mucho futuro. Son muchas jugadoras jóvenes y el equipo está pensado para que tenga proyección. Es una plantilla totalmente nueva. Todos en el club sabían que no iba a ser fácil, pero de aquí a unos años veremos que habrá resultados. El Rocasa siempre va a ser mi casa y no me pierdo ningún partido esté donde esté. Le mando todo mi cariño porque al final los resultados van a llegar, que sé de primera mano cómo están trabajando.

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