Muere Felipe Nuez, uno de los históricos del vóley canario

Día triste para el voleibol canario. Este martes por la tarde se conocía el fallecimiento de uno de los históricos de este deporte, Felipe Nuez Domínguez (1956). Actualmente ligado a la estructura directiva del Guaguas, tuvo mucho que ver en el nacimiento de este equipo que en su primera época hizo que el vóley grancanario se codeara con la élite nacional e internacional.

Nació en el municipio de Moya en 1956, muy pronto se estableció con sus padres en la calle Perú del capitalino barrio de Guanarteme. Durante su etapa estudiantil, en el Instituto Pérez Galdós, se inició en este deporte. Tras cursar la carrera de Magisterio, su primer destino como profesor en prácticas fue el Colegio Calvo Sotelo, ubicado en Las Rehoyas. 

Después de conseguir allí su plaza y ejercer como profesor de Educación Física, consiguió poner en marcha un club de voleibol. En principio fue solo masculino y, tres o cuatro años más tarde, también se incorporaba una sección femenina; esta última llegó a disputar competiciones provinciales con él de técnico, aunque luego delegó esas tareas en otros entrenadores de la entidad.

En 1978, aquel modesto Calvo Sotelo, en Málaga, conquistaba un histórico ascenso a la División de Honor. A partir de ahí, con el transcurrir del tiempo, el club pasaba por varias denominaciones hasta desembocar en el Guaguas, al que dirigía hasta la mitad de la década de los 80. Por su mano pasaron jugadores importantes de la tierra como Sergio Miguel Camarero (actual técnico amarillo), Jorge Ramón, Óscar Campos, David Rodríguez o Juanma Martín, quienes vivieron la época dorada de una entidad que, tras su refundación en 2020, ha vuelto a tocar la gloria tanto en la competición nacional como en la europea. 

En 2021, Felipe Nuez Domínguez volvía a la estructura de su querido club, del que era su socio número uno. En su vuelta tenía como labor coordinar la base. «El presidente Juan Ruiz llevaba un tiempo conversando conmigo para que regresara esta temporada a la disciplina de la entidad, ya que me encontraba trabajando con las categorías inferiores del Sayre; tras estar un tiempo pensándolo, hemos considerado ambos que era el momento de dar ese paso», apuntaba Felipe Nuez durante su presentación en el Centro Insular de Deportes.

«En aquel Guaguas de antaño se logró el ascenso y jugar en la máxima categoría con cuatro canarios en cancha. Lo que pretendemos es intentar volver a poner los cimientos necesarios para que esa situación sea de nuevo posible en el primer equipo, pero no es algo fácil», manifestaba.

Debido a los problemas de salud que atravesaba, el Guaguas, durante esta misma temporada, le brindó un homenaje. En diciembre, la junta directiva y su presidente Juan Ruiz, en el derbi grancanario de la Superliga en el Centro Insular de Deportes frente al San Roque, le reconocía su aportación a la entidad y a la historia del voleibol español, deseándole una pronta recuperación. Los jugadores salieron a la cancha portando una camiseta con el lema Estamos contigo Felipe Nuez.

En el año 1986, Juan Ruiz y Felipe Nuez se conocían: «Era el entrenador del CV Calvo Sotelo, lo que ahora es el Guaguas, denominación que adquirió en 1987». «A partir de ahí, hemos tenido una relación muy buena y próxima durante muchísimos años. En este club lo ha sido todo, desde que se creó en 1976 en el Colegio Calvo Sotelo hasta esta última etapa, en la que llevaba la dirección de la cadena de filiales», relataba el máximo dirigente amarillo.

Hondo pesar

Ruiz se mostraba apesadumbrado al conocer la noticia de su muerte. «Ha sido un triste noticia. Hemos estado junto a él durante estos últimos meses cuando estaba enfermo. Todos estamos muy apenados por su fallecimiento. Ha dejado una huella imborrable en el mundo del voleibol. En el libro de nuestra historia, tiene un apartado especial. Así, las nuevas generaciones sabrán que él fue el artífice de esta entidad», señalaba.

Otro de los que estaba roto por la muerte de Felipe Nuez era Sergio Miguel Camarero, entrenador actual del Guaguas que estuvo a sus órdenes durante años en su etapa como jugador: «Su marcha supone una gran pérdida para todos. Como persona era extraordinario y en el voleibol en Canarias, el número uno, el que rescató este deporte. Con él empecé realmente a aprender a jugar a vóley. Alcanzamos muchos éxitos juntos. Es una perdida irreparable. Estamos de luto. Se merece todos los homenajes que se le hagan». 

«Para mí lo ha sido todo. Le he tenido mucho respeto y aprecio. Quiero darle toda mi fuerza y apoyo a la familia. Fue quien me sacó adelante, me dio muchas oportunidades en este deporte. Se va una gran leyenda que estará siempre conmigo porque lo fue todo para mí». Su figura será recordada de nuevo en un derbi grancanario de la Superliga, y con motivo de un playoff por el título: el primer duelo del cruce Guaguas-San Roque.