"Rosa Rodríguez es la principal causante de la dimisión de Agustín Medina como presidente del CB Gran Canaria". Así de rotundo se mostró ayer Óscar Hernández, actual concejal de Agüimes y consejero de Deportes del Cabildo hasta hace unos pocos meses, que no dudó en señalar a la actual presidenta en funciones de la entidad claretiana como responsable directa en la crisis de gobierno que sufre el conjunto grancanario, al tiempo que desmintió que Agustín Medina, en su marcha, hubiera desatendido la orden de pago de las nóminas de los empleados del club.

"Desde su llegada al Cabildo lo único que ha hecho Rosa Rodríguez es dar instrucciones a su antojo y poner impedimentos al gobierno del club, por eso me parece lamentable que ahora quiera desacreditar con mentiras o medias verdades el trabajo de la anterior directiva y la marcha de este equipo cuya labor, a mi entender, está fuera de toda duda", afirmó molesto con las acusaciones vertidas por la consejera de Hacienda de la corporación insular.

"No es cierto que Agustín se negara a firmar la orden", aseguró Hernández al respecto, antes de explicar cómo la retribución de unas mensualidades que ascienden a un cifra total de 170.000 euros era atendida habitualmente por uno de los miembros de su consejo. Este movimiento contable quedó entonces sin concluir a la espera de contar con los poderes pertinentes. Por esto, tras su dimisión, el que fuera presidente se dirigió a la Consejería, después de que ésta le requiriera previamente, para proceder a cerrar las operaciones administrativas en trámite. "El lunes siguiente a su marcha, por prudencia al ser ya una persona externa al club, Medina solicitó a la Consejería de Deportes un escrito para que le concedieran la autorización pertinente para poder efectuar la orden, ya que después de su dimisión se podía haber entendido esta iniciativa como una acción ilegal o incluso una falta grave con evidentes consecuencias legales", apuntó ayer Óscar Hernández. Según su relato, el actual consejero, Lucas Bravo de Laguna, se negó a facilitarle este documento por lo que Medina decidió permanecer al margen. "Él no tenía ningún problema en proceder a la firma", puntualizó Hernández, "solo quería que esto estuviera por escrito, por eso me parece que utilizar esto para desacreditarle demuestra la falta de escrúpulos de Rosa Rodríguez".