Homenaje a la afición. Goteo interminable para ver al invencible de plata. Euforia ante un rival repleto de cianuro verde. La UD Las Palmas, invicta desde el 15 de octubre y en zona de promoción de ascenso a Primera, reta al potente Betis del grancanario Rubén Castro en un pulso que ha despertado al gigante dormido. Al cierre de esta edición, una cifra próxima a 5.000 localidades se habían vendido en las taquillas del club para ver la ida de los octavos de final, que se disputa este jueves desde las 21.00 horas en el Gran Canaria (duelo que será televisado por Canal +).

Ayer, los seguidores amarillos encadenaron una nueva jornada de colas en las taquillas. Si el sábado, tras la goleada al SD Huesca por (4-0), fueron 1.500 entradas las que se vendieron en Siete Palmas en unas horas, la fiebre por el navío de Lobera sigue latente. Desde el pasado jueves, fecha en que se abrieron las taquillas, se computan un total de 5.000 tiques (que representan la mitad de los abonados).

El duelo con el Betis, que ocupa plaza de Liga Europa, ha sido declarado como día del club y tantos los socios como el resto de seguidores deben pasar por taquilla. Nicolás Ortega, vicepresidente de la UD Las Palmas, se mostraba cauto a la hora de ofrecer un pronóstico de cara a la visita del Betis. "Estamos convencidos de que se verá un gran espectáculo y confiamos ciegamente en la respuesta del aficionado. Pero no podemos dar cifras; aún restan tres jornadas de ventas y todo puede pasar hasta el próximo jueves", valoraba el directivo amarillo, que ha reiterado la necesidad de ayudar a la entidad dado el delicado marco económico.

Tras alcanzar contra el Huesca la mejora entrada de la temporada (10.532), desde el club amarillo se trazan como meta la barrera de los 15.000 incondicionales, en un partido que vuelve a traer a un rival de Primera tras la visita del Rayo de Paco Jémez (el 31 de noviembre).

Los horarios para adquirir las entradas, en la tienda Hummel Store del estadio de Gran Canaria, es de 10.00 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.30. Por otra parte, en la sede del club en Pío XII, los aficionados y abonados puede acudir de 9.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00.

En el recuerdo de los incondicionales de la UD queda la última visita del Real Betis, que tuvo lugar en octubre del 2010, en el contexto del tramo inicial del campeonato con Paco Jémez como director de un bloque indomable. 25.000 espectadores acudieron para ver un duelo de alto voltaje que acabó (2-2). Y ahora se forja su segunda parte.

Con la UD de Lobera lanzada como un cohete de la NASA, aparece el Betis de nuevo en el camino para examinar una fórmula invencible. La UD no pierde en Siete Palmas desde que el 6 de octubre el Almería impuso un estilo plomizo. Con Beñat y Molina como referentes del juego exquisito, el Betis de Mel es un cartel emotivo para sentar las bases de una reconciliación eterna. Pulsa con aroma amarillo. Rubén y Ángel López amenazan el latir de una propuesta que busca aliento.