El griego Papanikolaou ganó el carril central. Botó dos veces en su camino al aro y se elevó con fuerza para machacar el aro del Palau Blaugrana. Era una mate hecho y así lo celebraba ya la afición del Barça pero en su camino se topó con la figura renacida de uno de los pívots más en forma de la ACB en la actualidad. Sitapha Savané, el incombustible marine americano y leyenda del Granca, dejó su defensa sobre Tomic y se elevó como un titán con el brazo en alto tras plantar con firmeza los pies en la zona para cerrar con un tapón de escándalo el aro del FIATC Joventut.

El excapitán y símbolo del Herbalife Gran Canaria vive una segunda juventud en su segunda temporada en Badalona y lo hace tras superar los problemas físicos que, en forma de lesiones, lastraron su primer año lejos del Centro Insular de Deportes. Ahora sus números con la elástica verdinegra se acercan a los de sus mejores campañas como jugador amarillo. En el duelo de la jornada 17, como ejemplo y ante el poderoso Valencia Basket, uno de los equipos con mejor juego interior de la competición, el pívot senegalés firmó su mejor anotación del curso. Savané sumó 26 puntos con un solo fallo -12/13- en el tiro de dos puntos y con esto se quedó a una canasta de superar su récord personal en la Liga ACB que data de la 2006-2007. En aquella ocasión, Taph logró 27 puntos, 10 rebotes y 33 de valoración contra el Winterthur Barcelona. Esta vez, acabó el duelo con 31 créditos de valoración pero su equipo acabó derrotado por el paso arrollador del segundo clasificado de la ACB.

Pero ahora Sitapha Savané (Dakar, 20/08/1978) tiene 35 años y el pasado verano la idea de afrontar su retiro empezó a ganar argumentos en su cabeza. Entonces, ¿qué ha pasado? Todo parte de un pacto entre ambición y ética profesional con la batalla contra el tiempo como inevitable guadaña. "Pero en esta situación, me planteé un reto personal", revive el jugador para situarse en el principio del pasado verano tras concluir un curso en Badalona en el que nunca se encontró cómodo. "Me dije a mí mismo una cosa: Vamos a ver Taph, vamos a hacer todo lo que podamos y poner en práctica, de verdad y sin excusas, todo lo que he aprendido en el pasado para recuperar la mejor forma y si me sale mal paramos y vemos realmente si me apetece seguir", explica éste al recuperar su diálogo interior antes de añadir: "Y la verdad es que ha salido todo muy bien. Yo soy el primer sorprendido y por ahora la respuesta sobre mi continuidad es que sí me apetece seguir más años pero lo que tenía absolutamente decidido es que si me salía un año como el anterior me retiraba seguro".

En el cómputo global no hay lugar a la duda. Sitapha Savané es hoy el quinto jugador con más minutos en cancha en el equipo de Maldonado. Promedia esta temporada 22 minutos por encuentro y no se ha perdido un solo partido de las 22 jornadas disputadas hasta la fecha. En el octavo clasificado de la ACB, Taph anota una media de 8,8 puntos por encuentro, está cerca del tapón por partido y captura 4,2 rebotes para una valoración de 11,6 créditos. En los últimos diez encuentros sus registros se elevan hasta los 11,4 puntos de media. Pero, lo más importante es que vuelve a sentirse un jugador necesario.

El secreto, según relata, está en el trabajo físico, el compromiso con una minuciosa y detallada dieta, así como el sentirse una pieza importante en el equipo catalán. Además, por encima de todo para un jugador que siempre priorizó la lealtad, primaba el sentido de la responsabilidad. "Un factor enorme para mí siempre fue la confianza que Salva Maldonado había depositado en mí, primero trayéndome y después renovándome a pesar de las lesiones del primer año", valora el pívot senegalés antes de señalar: "otra de mis mayores motivaciones era corresponderle y dejar a Salva en buen lugar en su voto de confianza". Dicho y hecho.

El plan de Savané

Pero no fue fácil. "Primero hicimos una evaluación y pusimos en marcha un plan", señala. Una de las premisas partía de un cambio en su físico. "Decidimos reducir algo de peso del tren superior y trabajamos mucho para reforzar el inferior", apunta antes de explicar que, "sólo he bajado dos kilos en total porque lo que perdí arriba lo he ganado abajo y ahora tengo más salto, más velocidad y mucha más movilidad". La segunda parte del plan se basó en la alimentación y esta nació del trabajo propuesto en su momento por los fisios del Granca: José María y Nelson Sánchez. "La alimentación es el mejor doping que se ha inventado", asegura el jugador entre bromas antes de añadir: "Se trataba de una dieta anti-inflamatoria que decidí aplicar a rajatabla en base a la apuesta que estaba haciendo". Pero había mucho más: dieta, hidratación, un apartado específico para la recuperación, "mi cámara hiperbárica de la que no me separo" y muchos ejercicios de estiramientos como parte de una larga lista que el jugador enumera. "Son cosas que cuando eres joven no necesitas, pero la edad no perdona", añade el pívot senegalés.

Nunca antes en su carrera Savané había trabajado tanto como lo hizo este año a caballo entre Atlanta, Badalona y Dakar. El tiempo obliga, reconoce, pero cada vez se iba sintiendo mejor y esto le animó a continuar. Ahora se declara el primer sorprendido con los resultados y reconoce que esto le ha permitido construir en base a una inercia positiva. "Esto te motiva a seguir, los números acompañan y no voy a parar", señala ambicioso.

El hombre con más puntos (2.503) en la historia del Granca, el que tiene más rebotes (1.265), más tapones (279) y el segundo en minutos jugados (6.604) quería demostrar su valía en el FIATC Joventut y a pesar de los 35 años que indica su pasaporte, sentirse de nuevo ese jugador dominante y determinante que siempre fue como jugador del Herbalife Gran Canaria.

"En el aspecto puramente deportivo ha sido muy importante la confianza de Maldonado, el hecho de estar en un segundo año en Badalona, tener mi rol más claro y asumido y ahora, sin ser un anotador porque nunca lo he sido, me siento capaz de aportar muchas cosas diferentes al equipo", resume sus sensaciones.

Ahora, Savané se siente como en sus mejores años en el Granca. "Siento que el equipo me necesita para ganar y para alguien como yo ganar partidos no es una presión sino una motivación y muy grande", añade un jugador que, desde el compromiso, se ha ganado la confianza de su técnico y compañeros. "En el fondo, se trataba de que no fueran otros los que determinaran si estaba o no acabado. Es la demostración de que si quieres algo, debes hacerlo tú", expone. Ahora, Savané avisa que queda mucho por disfrutar. Ha ganado una batalla al tiempo y a ese reloj interior que el pasado verano le llamaba a dejar el baloncesto. "Ha sido una lucha interior, pero al final ha salido mejor de lo que esperaba". Palabra de capitán.