El Rocasa ACE Gran Canaria, tras su agónica clasificación de ayer viernes ante el Elche Mustang, busca este mediodía (12.30 horas y con las cámaras de Teledeporte) su tercera final consecutiva en los últimos 13 meses -y segunda de la Copa de la Reina-. El equipo de balonmano femenino de Las Remudas, comandado por la meta internacional Silvia Navarro, se enfrenta al Helvetia Alcobendas, que marcha segundo en la División de Honor y tiene en Teresa Francés -con 129 goles en Liga- a su jugadora más determinante. El Pabellón Amaya Valdemoro se viste de gala para un cruce de alto voltaje, que abre la segunda jornada del torneo del ko en Madrid, que se cierra desde las 15.00 horas- con la segunda semifinal

entre Mecalia Atlético Guardés y Bera Bera.

El Rocasa tendrá una reválida de acero ante las anfitrionas y se aferra al gran estado de forma de Alba Albaladejo (5 dianas en las semifinales) y en el poderío de Davinia López y María Luján. El choque, que será dirigido por Sebastián Fernández y Alberto Murillo, ha despertado una enorme expectación en la localidad madrileña. De hecho, se espera esta tarde en el pabellón una entrada que supere el millar de aficionados. El partido contará además con la presencia del seleccionador nacional femenino Jorge Dueñas.

El técnico del cuadro teldense Paco Santana ya reiteró tras batir al Elche que el Alcobendas cuenta con un arsenal infinito. "Si medirnos al Elche Mustang fue un duro examen, ahora llega la hora de la verdad. Estamos a un paso de la final y la meta será fieles a nuestro juego. Es cierto que sufrimos en semifinales pero las chicas supieron estar a la altura". El equipo madrileño parte como favorito, por su condición de local, y tras aplastar al Porriño en los cuartos de final (32-25).

La intención del Rocasa es volver a plantear un partido duro y de exigente nivel físico, para frenar el ímpetu de las jóvenes jugadoras del Alcobendas. La veteranía puede ser de nuevo el factor decisivo. El conjunto de Las Remudas, con Haridian y María González como figuras de combate, se crece en las situaciones adversas. En el infierno de Alcobendas, la factoría de Las Remudas quiere seguir en el olimpo del balonmano nacional femenino. Si en la pasada edición se dio el gran campanazo al alcanzar la última ronda ante el Bera Bera, ahora es preciso dibujar un nuevo milagro. Silenciar la caldera y estirar ese juego dinámico y de velocidad se plantean como metas inmediatas.