La posición de Juan Carlos Valerón ha sido uno de los muchos detonantes de la buena dinámica que encadenó la UD Las Palmas hasta que el Alcorcón cortó la racha de triunfos. La baja de Apoño por su lesión en Córdoba propició que Sergio Lobera decidiera retrasar unos metros al de Arguineguín, receta que funcionó a la perfección en las victorias ante Sabadell y Real Murcia. Ya el Sporting, pese al triunfo amarillo, supo asfixiar la salida de balón grancanaria, y en Santo Domingo el buen planteamiento del rival provocó que fuera sustituido en el descanso. Ahora, después de varios partidos de éxito y otros en los que le han cogido la matrícula, la duda es si Valerón repetirá ante el Hércules (mañana a las 19.00 horas en el Estadio de Gran Canaria) en el doble pivote o si, por el contrario, ejercerá de mediapunta de nuevo.

Ex compañeros suyos en el Deportivo de La Coruña, donde se hizo grande en su posición de toda la vida, no se extrañan. Consideran que, con un contexto adecuado, el de Arguineguín puede ser muy útil de mediocentro. "Es muy común que los jugadores, a medida que pasan los años y pierden velocidad, retrasen su posición", valora Javier Irureta, que le entrenó durante cinco temporadas, entre 2000 y 2005.

"Si su equipo quiere dominar y llevar el peso del partido es un jugador perfecto", comenta Fran, excapitán del conjunto gallego. "Puede jugar en cualquier sitio en el que tenga el balón en los pies", comenta Donato, que le guardó la espalda entre el 2000 y el 2003. Sergio González, que le acompañó en el centro del campo deportivista durante nueve años, sentencia: "Tal y como quiere jugar Las Palmas, desde atrás y con buena circulación de balón, y con un mediapunta más rápido y agresivo, puede jugar perfectamente en el doble pivote".

Lea la noticia completa en la edición impresa de La Provincia, en el PDF del periódico o en Orbyt