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El deporte como modelo para educar

"Me gustaría que tuviésemos un fútbol para educar, no para ganar"

"No se debe premiar a los equipos que ganan partidos, sino a los que ganan personas y ayudan a tener una sociedad mejor", señala Miguel Ángel Valerón

"Me gustaría que tuviésemos un fútbol para educar, no para ganar"

Miguel Ángel Valerón, aparte de haber sido un excelente futbolista en su época de jugador, etapa truncada por la patada que recibió del Chapi Ferrer -que el pasado domingo subió al Córdoba como entrenador en el partido que acabó como un auténtico esperpento por los incidentes acaecidos-, es también también un estudioso del deporte y, sobre todo, de su incidencia en nuestra sociedad.

Por ello, lo ocurrido en el Estadio Gran Canaria el domingo, hechos que evidentemente crítica y señala que "deben desaparecer de nuestro deporte", no le cogió demasiado de sorpresa, como pudo haber pasado a la inmensa mayoría de los ciudadanos de esta Isla.

"El problema de que sucedan hechos como éste viene dado por la influencia negativa de nuestro sistema educativo", señala Miguel Ángel Valerón [diplomado en Magisterio y licenciado en Educación Física, que en la actualidad ejerce, como autónomo, de entrenador personal y preparador físico en El Cortijo Club de Golf, así como para la Federación de Golf].

"En nuestra sociedad no se aplican modelos como los que se realizan en países como Estados Unidos, Suiza o Suecia (a donde ha acudido a estudiar masters y cursos específicos de sus disciplinas), donde se incide en los modelos educativos en el deporte, mientras que en España, en nuestra sociedad en particular, se emplean modelos estricta y únicamente competitivos", indica el exjugador de la UD Las Palmas, ante de añadir que "en estos países, que son referencia para mí, hay una gran preocupación por la familia y sus comportamientos. Evidentemente no son la panacea, porque también cometen sus errores, pero están mucho mejor estructurados que nosotros. Ellos educan en valores y tratan de que los padres se involucren en la formación educativa y deportiva de los niños; mientras que aquí contamos con el problema de la falta de preparación de los padres, por ejemplo".

Ganar como sea

Miguel Ángel Valerón, que ha realizado multitud de estudios comparativos y ha seguido diversas escuelas existentes a niveles de sociología de la educación, habla con pasión a la hora de analizar este fenómeno en el deporte, porque realmente le apasionan el fútbol, la sociedad y, ahora, también el golf. De hecho, ha desarrollado un proyecto comparativo entre fútbol y golf y ha llegado a unas interesantes conclusiones.

"En el golf he comprobado que los niños, desde muy temprana edad, son más estudiosos, más educados, con mayores valores. Y ello se debe, simplemente, a la forma de concebir el deporte. Mientras en el fútbol los clubes, los dirigentes y los entrenadores-educadores no aplican modelos educativos, porque sólo los aplican competitivos, en el golf es completamente distinto. Allí no vale el buscar la victoria como sea. Hay caballerosidad, honestidad, y otra serie de valores que se echan en falta en el fútbol", indica Miguel Ángel.

El de Arguineguín continúa su relato de forma tajante al señalar que "muchos son, desde lso padres hasta los entrenadores, los que inculcan el ganar como sea, de tal forma que le dicen a los niños cosas como: ´si te tocan en el área, tírate para que piten penalti´, o ´simula que te han dado para que le saquen tarjeta´, o ´si te pegan, pega tu también´... situaciones que no son nada válidas entre los niños, porque aunque te dicen que lo que tratan es de incentivar la picardia, lo que están haciendo es engañar al niño y, sobre todo, incitarles a que acaben siendo violentos, porque enseñar el engaño se tralada luego a la vida cotidiana, a las situaciones de a diario, y eso es muy malo. Es enseñar a tratar con violencia la respuesta a determinadas situaciones".

Ya entrado en materia, Miguel Ángel Valerón habla como si estuviese dando una de las muchas charlas que casi a diario y desde hace más de dos años viene realizando por distintos colegios y clubes de fútbol de Gran Canaria, y es tajante a la hora de señalar que "lo principal es conocer los motivos por los que los niños se inician en el deporte, motivos que pueden ser para divertirse, para estar con los amigos y para demostrar sus habilidades. Los niños no son los que quieren ganar como sea. Somos los adultos los que actuamos así, porque dependemos de unos factores externos, como pueden ser los medios de comunicación o el deporte profesional, que exigen resultados inmediatos. Y esto es lo que hay que cambiar. Hay que concebir el fútbol -al igual que cualquier otro deporte- como una parte muy importante de la educación integral del niño, de tal forma que así tendría una influencia educativa grandísima".

Valerón añade que "el entrenador tiene, por tanto, un papel trascendental en el futuro del niño como peersona y así se ha visto en multitud de estudios realizados por importantes expertos con futbolistas profesionales. Un profesional debe uinvertir unas diez mil horas (10.000) desde que se inicia en el fútbol base hasta que llega al profesionalismo, atravesando unos procesos que no se deben saltar bajo ningún concepto porque de lo contrario ocasionaría un daño terrible en los jóvenes. Y eso no lo digo yo. Son datos científicos que están ahí".

Un problema educativo

En estas últimas 48 horas, tras los incidentes acaecidos en el Estadio Gran Canaria, muchos han sido los que han señalado que los mismos son consecuencia del sistema educativo que tenemos en nuestra sociedad, y el sureño no puede por menos que estar completamente de acuerdo en ello, habida cuenta de lo que viene enseñando en los últimos tiempos. Así, señala Miguel Ángel Valerón que "el sistema educativo no funciona desde el punto de vista funcional y humanitario. Un niño que no estudia no debe pasar tanto tiempo en la calle sin hacer nada, porque está creando una bomba de relojería. Esto es algo que no sucede en otros países".

Y añade "los chiquillos son fácilmente manipulables y de ahí surgen comportamientos como los del pasado domingo. Todo ello viene influenciado por un problema estrictamente educativo. No puede ser que en Canarias tengamos la mayor tasa de paro juvenil con respecto a Europa y no se apliquen soluciones dentro de la educación. Los datos están ahí. El INE (Instituto Nacional de Estadística), en enero de 2014, o sea este mismo año, señala que Canarias tiene una tasa de paro EPA (Encuentro de Población Activa) del 32´2% de su población; y en edades inferiores a los 25 años esa tasa se incrementó hasta el 62´1%, siendo estos datos muy superiores a la media de la Comunidad Europea y la de los países de la OCDE. Esto lleva a que seamos una de las provincias con mayor fracaso escolar de Europa, lo cual es muy significativo".

"La figura del profesor, como la del entrenador", continúa diciendo Miguel Ángel Valerón, "es por tanto muy importante, tanto como lo es la familia. Si bien en nuestra sociedad contamos con muchas familias desestructuradas, de tal forma que el problema social incide mucho en la educación del niño, problemas como el alto índice de rupturas matrimoniales, etc. Por tanto, el objetivo de la educación debe enfocarse bastante más a la formación del niño como persona y no tanto a la adquisición de conocimientos de difernetes materias, que tampoco dejan de ser importantes, porque hay que saber matemáticas, idiomas o ciencias. Y en esto el deporte, principalmente el fútbol, debería tener influencia. Una influencia educativa grandísima que ahora no tiene".

Ganar personas, no partidos

Y aquí entra en funcionamiento algunos de los proyectos en los que Miguel Ángel Valerón se ha implicado sobremanera, estudiando a fondo e incluso presentándolos a clubes y colegios de Gran Canaria. "Hay que tener en cuenta que en la Isla, y en otros muchos lugares, existen colegios que han prohibido el fútbol en los recreos porque genera violencia entre los alumnos, lo que no sucede con otros deportes, sobre todo por el carácter tan competitivo que le hemos imprimido los adultos. Por eso hay que tender a crear un modelo o pragrama educativo en el que participen todos los clubes de la Isla y premiarlos o incentivarlos desde las instituciones públicas y políticas porque crean personas. No premiar a los que ganan partidos, sino a los que ganan personas".

"En definitiva, lo que a mi me gustaría es que tuviésemos un fútbol para educar, no para ganar; porque un deporte donde no haya respeto es menos deporte", concluye Miguel Ángel Valerón.

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