La UD Las Palmas ha empezado lanzada la temporada. Tanto es así que en Segunda División nunca había disfrutado de un inicio mejor desde 1984, curso que acabó en ascenso a Primera. Entonces sumó nueve de nueve en las tres primeras jornadas. El club amarillo también comenzó su andadura en la categoría de plata con siete puntos de nueve posibles en la 2010/11 y la 2011/12. Pero la diferencia de goles en este curso (+5) es superior.

En el último lustro no es raro que el club amarillo empiece con el pie derecho. En el 2010 Paco Jémez apostó por una nueva hornada de canteranos, que se juntaron con Álvaro Cejudo, David González y un sano Antonio Guayre para llevar el delirio a las gradas en las primeras jornadas. Así, además de empatar en Huesca (0-0), el cuadro insular deleitó superando en el Gran Canaria al Nástic (3-2) y al Alcorcón (4-1).

Vitolo y Jonathan Viera lideraban el festival colectivo y la UD enamoraba con su fútbol vistoso. Sin embargo, el actual jugador del Sevilla se rompió los ligamentos de la rodilla, Guayre revivió su drama particular de lesiones y Álvaro Cejudo se marchó en el mercado de invierno. El equipo se descompuso, la defensa hacía aguas y tuvo que regresar Juan Manuel para que la UD salvara la categoría.

Al año siguiente, con el entrenador insular al mando, la UD repitió balance de siete puntos en las tres primeras jornadas. El equipo amarillo empató en Guadalajara en la primera jornada, pero posteriormente superó al Alcoyano (1-0) y al Nástic (1-3).

Vitolo ya estaba totalmente recuperado de su grave lesión y su conexión con Jonathan Viera se convirtió en la clave para disparar a la UD. Sin embargo, el equipo no terminó de acercarse a la promoción de ascenso si bien cumplió con creces su objetivo de salvarse con comodidad. Ahora, tras dos temporadas en las que se comenzó con dos de nueve y cuatro de nueve, el equipo amarillo vuelve a ilusionar.