El 3 de octubre de 2001, un miércoles que se cerró con una tromba de agua sobre Gran Canaria, Zinedine Zidane paseó su clase por el Estadio Insular. Fue durante la última visita del Real Madrid a la Unión Deportiva Las Palmas, que la noche de aquel día atrapó -probablemente- su último momento de gloria: ganó 4-2 a un rival que, al inicio del nuevo milenio, ya aspiraba a ser galáctico -jugadores como Casillas, Raúl o el propio Zidane fueron titulares en el once planeado por Vicente del Bosque-.

Enfrente, en las filas de la Unión Deportiva, Josico formó parte de la alineación elegida por Fernando Vázquez para hacer frente al todopoderoso Real Madrid. Fijo en los planes del técnico gallego durante todo el curso, el jugador manchego armó aquella noche, junto a Vinny Samways, Edu Alonso, Jorge Larena y Pablo Lago, en el centro del campo de Las Palmas, un equipo que no dio opción a un adversario que pocos meses después levantó su novena Copa de Europa en Glasgow (Escocia) con el Bayer Leverkusen como rival.

Ahora, el domingo (12.00 horas, Anexo del Estadio de Gran Canaria), trece años después, Zidane y Josico se volverán a cruzar en el camino. Justo al inicio de sus carreras como entrenadores. Zizou regresa a la Isla al frente del Castilla para medirse a Las Palmas Atlético con un desafío personal en la mochila y un objetivo inmediato en el plano colectivo: saldar la deuda pendiente que provocó aquella derrota en su única visita a Gran Canaria como jugador y sacar al filial del Real Madrid de Segunda B. La cita, para Josico, se presenta como otra oportunidad para refrendar la notable trayectoria de la vela chica de la UD: el conjunto amarillo ocupa la segunda plaza en la clasificación del Grupo 2 de Segunda B, a sólo dos puntos del Sestao, el líder.

Golazo en la Naciente

Aquel día de otoño de 2001, Zidane sólo jugó 68 minutos, porque él y Makelele abandonaron el viejo estadio por una puerta de servicio -mientras se decidía el duelo- por causa mayor: debían incorporarse horas después, por la vía de urgencia y bajo obligación, a la concentración de la selección francesa. Pero antes de salir del terreno de juego y perderse los dos tantos que anotó un imberbe Rubén Castro para decidir el partido, el futbolista marsellés dejó destellos de su talento: un golazo de libre directo en la portería de la Grada Naciente -el balón, antes de entrar, pegó en el larguero-, una roulette -regate al girar sobre sí mismo y pisar el balón- en el centro del campo ante la presión de Vinny Samways y una cantidad ingente de recursos de súper clase que dejaron huella en el Insular.

Josico permaneció incluso menos minutos que Zizou sobre el verde. Unas molestias musculares provocaron que Vázquez le retirara en el descanso. Su sustituto, Alberto Hernández, resultó luego clave en el triunfo de Las Palmas al asistir en el tercer gol a Rubén Castro, que salió vencedor en todos los duelos que mantuvo con Casillas.

La presencia de Zidane en el Anexo del Estadio de Gran Canaria, además de por el aura que despide el francés -campeón de todo; del Mundial, de la Eurocopa, de la Intercontinental, de la Liga de Campeones, de la Liga española y de la Serie A-, generará controversia: el 27 de octubre fue sancionado durante tres mese por el Juez Único de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Francisco Rubio, por ejercer como entrenador en filial del Real Madrid sin la titulación requerida, después de ser denunciado por el director de Cenafe Escuelas, Miguel Galán y tras ser señalado por Paco Jémez -exentrenador de la UD Las Palmas y técnico en la actualidad del Rayo Vallecano-.

Pese al castigo, Zizou se podrá sentar en el banquillo ante Las Palmas Atlético, ya que el pasado viernes, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), concedió la suspensión cautelar de la sanción. Esa decisión permite al técnico galo y a Santiago Sánchez -su auxiliar, que también fue suspendido por ceder el título para que otra persona desempeñara las funciones de entrenador- estar en el banquillo del filial madridista hasta que se adopte una resolución definitiva.

Después de inicio de curso para olvidar -tras encajar cinco derrotas en las seis primeras jornadas-, el Castilla de Zidane ha remontado el vuelo: ha ganado cuatro de los cinco últimos encuentros que ha disputado.