Dos veces olímpico -Atlanta'1996 y Sidney'2000-, Frederik Hviid, exnadador grancanario, cuya gran parte de su vida deportiva la pasó bajo la disciplina del CN Metropole -aunque también defendió los colores del Sabadell-, obtuvo medallas mundialistas, europeas y de España, con títulos y récords en nuestro país, además de ser ganador en varias ocasiones del denominado Gran Premio Nadador Completo, así como ser también ganador en cinco oportunidades del premio como Mejor Nadador de la Temporada -cuatro de ellas de forma consecutiva-, igualando a un mítico como Martín López Zubero.

Retirado prematuramente "y mal, con mal sabor de boca", de la natación, Frederik Hviid se encuentra estos días en su Gran Canaria natal, junto a su hermano Christian "porque hemos venido a resolver unos asuntos de índole personal", dado que ambos residen en Estados Unidos. Frederik, el mayor, lo hace precisamente en una ciudad que se llama Frederick -"con c antes de la k, para diferenciarla de mi nombre -ríen ambos-, porque de lo contrario parece que es en mi honor", señala-, en el estado de Maryland, junto a Washington DC, la capital estadounidense; mientras que su hermano reside ahora en una localidad del estado de Ohio.

"Ya va para veintiséis años que resido en Maryland. Allí me casé y allí tuve a mis hijos", señala Frederik, quien está casado con Patrina, una estadounidense doctorada en Farmacia -es mánager de una importante cadena de ellas en el país- y descendiente de italianos "a la que conocí en mis tiempos de estudiante en la Universidad de Maryland, y con la que me casé poco después", y con la que tiene tres hijos: Cristina (13 años), la única que ha elegido la natación como deporte a practicar, Nicolás (10 años), y que se dedica al béisbol; y el pequeño, Derek (9 años), que practica taekwondo y campo a través.

Enfermo en Sidney

Desaveniencias con los rectores de la natación nacional en aquel momento hicieron que, poco después de regresar de los Juegos de Sidney, el nadador grancanario se plantease y decidiese dejar la competición en la plenitud de su carrera -entonces le contemplaban una veintena de récords de España y y casi cuatro decenas de títulos, incluyendo 1 medalla de oro y 3 de plata de los Europeos de piscina corta; 1 de oro y 1 de plata de los Europeos de piscina larga, y 1 de bronce en los Mundiales de piscina corta-, cuando aún no había cumplido los veintisiete años.

"Aún hoy día he de explicar que la polémica no fue con Nina Zhivanevskaya ni con su marido, sino con los dirigentes que le permitieron hacer lo que hacía de entrenar con él y los demás no, entre otras muchas cosas. Lo que pasa es que yo siempre fui el díscolo para ellos y eso me pasó factura", indica con cierto tono de malhumor el mayor de los hermanos Hviid, si bien ambos se mostraron en todo momento más que sonrientes.

"No me enfada esto, ni hubo polémica con Nina. Ni tampoco que digan que todo fue una pataleta por no lograr mis objetivos en Sidney. Yo aspiraba a medalla -la olímpica es la única que faltó en mi palmarés, indica-, y no pasé de las eliminatorias. Imagina que yo entrenaba en Maryland junto a Tom Dolan, que fue el campeón, con récord, y le ponía en aprietos. Incluso, en el mundial anterior a los Juegos fui medalla de bronce, con los mismos protagonistas. Pero en las eliminatorias quedé muy mal. Yo no entendía nada, hasta que al día siguiente, al levantarme con vómitos y fiebre, el doctor jefe de los servicios médicos señaló que, desde el día anterior -cuando nadé- tenía una fuerte gripe y de ahí que no estuviese en condiciones siquiera para haber saltado a la piscina. Pero no lo pongo como excusa, aunque si me permite obtener una explicación a algo que ni yo mismo entendía por haber estado muy por debajo del rendimiento que yo mismo esperaba", indica Frederik.

Y añade: "Eso no fue lo que me llevó a irme. Lo que realmente me indignó fue que, siendo campeón y subcampeón de Europa y bronce en el Mundial anterior, tras los Juegos me dijesen que iban a apostar por otro nadador con futuro y que me rebajaban la beca ADO. No lo entendí y decidí irme. Lo dejé todo sin una despedida como se solía hacer, en la piscina", simplemente eso.

De nuevo en natación

Tal fue su decisión que no quiso saber nada de natación por más de diez años. "Me había casado, volví a EE UU y me dediqué a mi trabajo. Estudié en Maryland y tenía mi carrera. Aún hoy día me dedico a ello. Trabajo casi que en mi casa, pues tengo una empresa de diseño gráfico y de páginas web, y eso me lleva la mayor parte del tiempo, además de los hijos y la señora, claro".

Sin embargo, como queda dicho, algo más de diez años después, Frederik volvió a tomar contacto con la natación. "Volví a finales de 2010 y me dediqué a hacer pruebas en aguas abiertas y a participar en campeonatos másters. Es lo que intento hacer ahora, pero vuelvo a estar un poco alejado de la competición. No tengo tiempo".

Y Frederik, entonces, se explica: "Aunque acabé muy quemado con la Federación por sus formas y mi despedida no fue como hubiese querido, la natación es mi deporte. Es algo que amo, y sabía que no podía estar lejos de ella. Por eso volví, pero ahora entre el tiempo que debo dedicar a la familia, a la empresa y como entrenador ayudante en un club en Frederick (Maryland), apenas tengo tiempo para mí. Hemos quedado subcampeones estatales como club. Ahora tenemos los que podríamos denominar regionales, como aquí. Y eso llena mi tiempo. Estoy muy feliz y contento y me encuentro con ganas de devolverle a la natación todo lo que me dio. Quiero ayudar a los jóvenes a obtener sus logros en este deporte, fomentar la natación. Me encanta trabajar con los peques, porque es algo muy distinto. Y si no, pregúntales a esos que acabo de dejar ahí en la piscina -y se ríe-".

Porque Frederik acababa de realizar una de sus master class dirigida a uno de los grupos pequeños de los nadadores del Metropole, su club de siempre. Por el que podría volver a fichar para disputar competiciones másters. "Eso aún no está decidido, pero nada es imposible", diría a modo de despedida.

Y es que en lo poco que ha disputado en categoría máster, Frederik no ha perdido la costumbre de cosechar títulos y récords. Porque "en 2014, en las últimas competiciones, logré dos veces el récord del mundo en mi categoría de 40-44 años en los 200 espalda y fui campeón del mundo en los 800 libre". Y sigue como pez en el agua.