Venía España de otra decepción más en un Mundial. Fue en Alemania, en el Estadio de Hannover. El cruce, octavos de final. Un 27 de junio de 2006, la selección nacional se la volvió a pegar, en esta ocasión ante Francia. Ni siquiera verse por delante en el marcador le sirvió para arrancarse los complejos y llegar más lejos a una fase final de un Mundial. Francia, liderada por Zinedine Zidane en sus últimos días, con un contundente 1-3 destrozó el alma de España.
Precisaba el equipo de una renovación. En ese ´reseteo´ que llegó de la mano de Luis Aragonés, el mismo que llevó el timón en Alemania, un nuevo rostro se asomaba para acabar siendo eterno en la selección: David Jiménez Silva. El futbolista grancanario, con solo 20 años, aterrizó en noviembre de 2006 en el combinado nacional. Debutó en Cádiz contra Rumanía y España firmó un 0-1 tenebroso. La vida parecía igual. Desde aquel partido hasta hoy han pasado 12 años y la selección española, siempre con Silva entre sus planes, ha vivido sus días de gloria: dos títulos de la Eurocopa (2008 y 2012) y un Mundial (2010). El mediapunta canario, con 121 partidos como internacional, es toda una leyenda del balompié español.
Y es que David Silva está a punto de afrontar en Rusia su tercer Mundial con la camiseta de España. Tres Mundiales, un ciclo de 12 años (2010, 2014 y 2018) que se cerrará en al este de Europa. Con 32 años sobre sus hombros, el talentoso centrocampista del Manchester City ya ha anunciado que esta será su última participación con España en una Copa del Mundo. Sin embargo, lejos de ser un recurso esporádico o una pieza que puede faltar en el engranaje de la selección de Julen Lopetegui, David Silva es motor de un combinado que aspira a repetir el éxito de Sudáfrica y levantar el próximo 15 de julio en el Estadio Luzhniki de Moscú.
Por ejemplo, en la fase de clasificación para Rusia ´18, David Silva jugó nueve partidos donde acumuló 746 minutos. Solo Sergio Busquets (837) superó al canario en ese punto como jugador de campo -David De Gea acumuló 836-. Pero su influencia en el juego de la selección no solo se queda ahí. El fino mediapunta de Arguineguín también acumuló cinco goles en esa fase de clasificación, para ser el máximo goleador de la ronda junto a Álvaro Morata, Diego Costa e Isco, que anotaron el mismo número de tantos.
Esos cinco goles le han valido a David Silva para colocarse como cuarto máximo goleador en la historia de la selección española con 35 dianas, solo por detrás de Fernando Torres (38 goles), Raúl González (44 goles) y David Villa (59 goles). Goleador habitual con Julen Lopetegui, su año de cara a la portería ha sido prodigioso. Porque con el Manchester City, el grancanario sumó 10 tantos en el año en el que conquistó su tercera Premier League. Casi nada para un curriculum que parece no tener fin.
Sin embargo, esta ha sido una de las temporadas más complicadas de David Silva en toda su vida. Desde el pasado mes de diciembre, el medipaunta ha vivido entre aviones, siempre con la misma ruta entre Valencia y Mánchester. El motivo: su hijo Mateo.
Y es que el nacimiento de su vástago prematuro ha trastocado el día a día de David Silva. Trasmás de cinco meses ingresado, el pasado mayo Silva anunció a través de sus redes sociales que su hijo Mateo abandonaba el centro hospitalario donde permanecía desde que nació. "Estaremos eternamente agradecidos con el increíble equipo de las unidades de Maternidad y UCI pediátrica del Hospital Casa de Salud por la profesionalidad y el trato humano que nos han demostrado estos cinco largos meses.Simplemente, gracias", escribió Silva. Ese ha sido el gran triunfo de esta temporada del ´21´.
Ahora el grancanario tiene ante sí la posibilidad de seguir haciendo historia con la selección española en Rusia. Un futbolista irrepetible que ya tiene una huella en la historia del balón en Canarias, pero también en el resto del territorio nacional. Este está llamado a ser la Copa del Mundo de David Jiménez Silva. El jueves (19.00 horas, Telecinco), Portugal espera.
