El apocalipsis llega a Madrid. Y se impone la ley marcial ante la invasión de los pasionales. Con la llegada de los primeros barras bravas a Madrid para la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors (domingo, 19.30 horas). La Policía comienza la cacería.

Las autoridades han retenido en el Aeropuerto Adolfo Suárez a Maxi Mazzaro, antiguo número 2 de la 'La Doce' de Boca y uno de los cabecillas de la hinchada xeneize, junto a Jonathan David Devoto. Fue deportado a Argentina en un vuelo de Iberia en la pasada madrugada.

El dispositivo de seguridad será de 5.000 agentes para un partido de máxima tensión. Desde primera hora de la mañana se inicia el protocolo. Cabe reseñar que la hinchada de Boca celebrará la conquista de la Libertadores en Neptuno, mientras que los de River lo festejarán en una zona acondicionada en Cibeles.

La vergüenza del Apache

El delantero argentino del Boca Juniors Carlos Tévez aseguró, tras su primer entrenamiento en Madrid de cara a la final, que están "agradecidos a España" por acoger el partido aunque es "triste no jugar" en Argentina. "Estamos contentos porque nos tocó España y no otro país, y fue lamentable, un poco triste no estar jugando esta final en nuestro país. Nadie duda que los jugadores nos hemos ganado el derecho de jugar en nuestro país la final y nos han sacado de aquí", realzó.

Tévez, que atendió a los medios en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), reiteró su agradecimiento por recibir esta vuelta de la final, suspendida por los incidentes del 25 de noviembre en Buenos Aires, cuando apedrearon el autobús de Boca camino del Monumental. "Agradecer a la gente de España por recibirnos, por tener esté quilombo en este lado y recibirnos de esta manera, agradecido".

El 'Apache' no disimuló su disgusto por tener que disputar la final de la Copa Libertadores de América en Europa debido a los disturbios. "Primero el respeto a los españoles, pero después ya dije, pensé que el más burro en historia era yo, pero estos muchachos me ganaron", manifestó sobre la decisión de la Conmebol de llevar el partido fuera de Argentina por primer vez.

Preguntado por la llegada de hinchas radicales o barras bravas a Madrid como Rafael Di Zeo, cuyo viaje fue autorizado, Tévez recordó que la Policía Nacional española ha devuelto a otro cabecilla de los hinchas radicales, Maxi Mazzaro.

"Me dijeron que agarraron a un par de barras bravas, es importante el ejemplo que da España para estas cosas, mano dura. Nosotros también necesitamos un poco, es importante que ustedes den el ejemplo y nosotros tomarlo", finalizó.

4,5 millones de beneficio

La ciudad de Madrid se embolsará unos 4,5 millones de euros de beneficio por albergar esta final de la Copa de Libertadores. Cafeterías, restaurantes, hoteles y agencias de viajes son las principales agraciadas. La zona del Bernabéu quedará cerrada y solo quedará reservada para los aficionados que cuenten con su entrada nominativa para la final.

La reventa funciona y ya se pagan más de 6.000 euros por una entrada en la Tribuna del Bernabéu. La Copa Libertadores errante, que debe tener su cierre el domingo en el campo del Madrid, va a revolucionar la ciudad. Daniel Angelici, presidente de Boca, insiste que "estamos bajo la mirada del planeta. Nos jugamos mucho, debemos dar el mejor de los ejemplos". D'Onofrio, su homónimo de River, respalda esa línea: "Deber ser la fiesta del amor".