Carla Suárez solventó con autoridad su debut en el torneo de Doha, puntuable para el circuito mundial de la WTA y que se disputa sobre pista dura. La grancanaria se deshizo de la tunecina Ons Jabeur por 6-3 y 6-1.

La jugadora isleña, campeona del evento en 2016, volvía a las pistas después de un mes sin competir desde que fuese eliminada en la segunda ronda del Abierto de Australia y tener que recuperarse totalmente de su rodilla izquierda, y lo hizo con unas buenas sensaciones que probará este miércoles ante la holandesa Kiki Bertens, quinta favorita.

Carla Suárez no dio demasiadas opciones a su rival, invitada por la organización y que aunque fue capaz de devolver dos roturas a la española, una tercera ya no fue desaprovechada por la grancanaria; esta, tras hacerse con el primer parcial, arrolló en el segundo a la tunecina, incapaz de ganar ninguno de sus cuatro servicios.

La tenista española, tras su primera victoria en el Abierto de Doha, que su objetivo es volver a ganar esta competición catarí: "Cuando voy a jugar un torneo, me marcó como objetivo jugar la final, es lo que tengo en mente. Aunque tengo un cuadro complicado, el partido de este miércoles con Kiki Bertens será difícil. Está jugando muy bien", dijo.

Carla Suárez, número 26 del mundo, dijo que las condiciones que se dieron en el partido de su debut "han sido muy difíciles por el viento" y valoró que resultó "positivo" ganar el partido sin estar "mucho tiempo en pista".

La jugadora grancanaria afirmó que está "recuperada" de su lesión de rodilla por la que se tuvo que retirar de San Petersburgo. "Ya me encuentro mucho mejor y con ganas de volver a la pista e intentar hacer un buen partido sabiendo que será complicado, será un reto y podemos ir viendo el nivel en el que estamos", apuntaba.