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El Rafa Nadal de la arena

Antomi Ramos lidera la clasificación mundial, un hito que hasta el momento solo han logrado tres deportistas no nacidos en Italia Esta semana, favorito en Las Canteras

El grancanario Antomi Ramos, durante un torneo del circuito mundial de tenis playa de esta temporada. lp / dlp

Antomi Ramos, el Rafa Nadal de la arena, se ha encaramado a la primera posición del ránking mundial de tenis playa. Todo un hito, pues el grancanario se convierte en el tercer tenista no nacido en Italia que lo consigue. Esta semana vuelve a la Isla para participar en el ITF Beachtennis Gran Canaria, prueba que reúne a los más granado de la modalidad en Las Canteras. Parte como gran favorito formando dúo con el ruso Nikita Burmakin, número dos del mundo.

El pasado 1 de abril, Antomi Ramos se colocó líder de la clasificación mundial. El grancanario entra en la historia de este deporte junto al brasileño Vinicius Font y el ruso Nikita Burmakin, los únicos que sin haber nacido en Italia se han colocado números uno.

El grancanario, de 25 años, sigue engordando un palmarés de lujo, después de que en 2018 se convirtiera en el primer no italiano en alzarse con un Campeonato del Mundo junto a Mikel Alessi como pareja, y que en 2017 lograse el subcampeonato mundialista en mixtos haciendo pareja con la alemana Maraike Bigjmaier.

Los comienzos de Antomi Ramos fueron en las pistas de arcilla de la Isla. Como la mayoría de los amantes del tenis, acudió a una escuela para emular a las grandes estrellas. Pero sin embargo el éxito le llegó cuando decidía dar el salto a la arena. "Probé un día con las palas porque no hacía buenos resultados en el tenis", indica el jugador grancanario.

A partir de ahí, la leyenda del tenista de Alcaravaneras empezó a escribirse con letras de oro. "Desde que cogí una pala me enamoré de este deporte", subraya. Como todo en la vida, si se realiza con el cariño adecuado, se forja una relación duradera y solida. Así, el camino hasta la cumbre del tenis playa se hizo más llevadero para luchar contra el clan de los italianos, dominadores históricos de este deporte.

Dedicación exclusiva

"Los italianos tienen un excelente nivel porque pueden dedicarse con plenitud", añade. El apoyo económico de los jugadores transalpinos difiere de la realidad española, por lo que la gesta de Antomi Ramos es incluso mayor. "No puedo dedicarme solo al tenis playa, tengo que combinarlo con mi trabajo y por tanto mis entrenamientos resultan más exigentes", apostilla.

La preparación del grancanario, residente ahora en Barcelona, consiste en sesiones de tres días en la arena de las playas de la Ciudad Condal y otros tres días en el gimnasio. Al igual que un tenista de pista, el de playa tiene que estar en buena forma física y poseer un tren inferior con mucha más consistencia debido a la singularidad del medio en el que juega.

Antomi Ramos tuvo que trasladarse hasta la capital catalana por motivos laborales, otro de los incovenientes con los que se encuentran los jóvenes canarios de hoy en día, emigrar para encontrar un puesto de trabajo. Aun así, no es algo que vea como un inconveniente, ya que a la hora de viajar a los diferentes puntos del planeta donde se celebran pruebas del circuito mundial llos desplazamientos le son más fáciles. "Ahora al menos puedo coger vuelos directos", comenta.

Ante la situación de tener que lidiar con sus reponsabilidades laborales y la pasión por su deporte, además de lo que conlleva ser el número uno del mundo, el grancanario reclama un poco más de ayuda económica por parte de las instituciones gubernamentales: "A veces surgen algunos patrocinadores privados que apuestan por este deporte, pero son pocos. Si hubieran ayudas económicas por parte de los organismos públicos supondría un gran empujón para los tenistas de playa y serviría para que que este deporte cobrase más protagonismo".

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