La temporada cinegética de este año se ve envuelta en la polémica por la prohibición de practicar la cacería en la isla de Fuerteventura, situación que va a repercutir en Lanzarote en una temporada que nuevamente es mala para las especies en casi todo el archipiélago canario.

El Consejo Regional de Caza se reunió ayer en el Edificio de Usos Múltiples 2 bajo la presidencia de Blanca Pérez, viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias para establecer la Orden Canaria de Caza de 2019, tras recabar los informes de los cabildos a través de sus consejos insulares de caza.

Y en dicha reunión se decidió no levantar la veda en Fuerteventura pese a que el Cabildo de la isla majorera propuso su apertura con unas once jornadas para la cacería tradicional y otras siete con escopeta, como siempre los domingos. Sin embargo esa propuesta no fue aprobada por la presidenta del Consejo Regional al haber recibido un informe desfavorable a la apertura, en su día elaborado en base a los datos facilitados por agentes de medio ambiente sobre la situación de las especies cazables en puntos concretos de Fuerteventura, y con la rúbrica de especialistas que recomendaban, como ha sucedido en otros años, que no se cazara por sentido común y el bien de todas las especies, y tampoco por no disponer del obligatorio Plan Técnico de Caza, como exige la Ley de Caza en Canarias y que, pese a que se han exigido, no se elaboran y año tras año el Boletín Oficial de Canarias publica la Orden de Vedas en las que se da a conocer las condiciones para la práctica de la caza menor en el Archipiélago Canario.

Las especies cinegéticas de Fuerteventura -excepto la ardilla moruna- están bajo mínimos y su poca densidad, la influencia de sus depredadores y el cambio climático que influye aconsejan un descanso forzado en la actividad cinegética pese a quienes estaban de acuerdo en permitir que los cerca de 1.200 cazadores que hay en la citada isla pudieran cazar los domingos a partir del mes de agosto.

La prohibición en Fuerteventura se teme afecte directamente a Lanzarote, con un importante desplazamiento de cazadores de una isla a otra, cuando la situación tampoco parece que es la aconsejable para abrir la temporada y con la ausencia de un Plan Técnico de Caza. Es por ello por lo que la Sociedad de Lanzarote , que gestiona la caza controlada, ha convocado a sus socios para este lunes con urgencia para una Asamblea Extraodinaria para tratar sobre este asuntos que puede resultar muy conflictivo.

Por otra parte, en base a los informes procedentes del Consejo Insular de Gran Canaria, la temporada cinegética comenzará el domingo 18 de agosto, para perro y hurón, mientras en el resto de islas en las que se podrá practicar la caza tradicional se levanta la veda el 4 de agosto, primer domingo como antes era habitual.

El uso de la escopeta se establecerá para el día 15 de septiembre, salvo en La Palma, en la que como siempre se permite desde el primer día, o sea, el 4 de agosto, para el conejo y la paloma.

Quedan cuestiones pendientes. La Asociación Canaria de Entidades de Caza (ACEC) ha solicitado que se modifique el inicio de la temporada debido a las lluvias tardías en todas las islas que influyen en la cría de las especies, así como el cambio climático; retrasar las ordenes de veda, sin que eso represente disminuir las jornadas en las que se puede cazar, además de volver a pedir que los responsables de la caza controlada de cada isla la elaboración de losrespectivos planes técnicos de caza para que la Ley de Caza en Canarias se aplique tal y como fue redactada, y que el Gobierno de Canarias vele por la conservación de las especies.

Pero será la Orden de Veda que se publicará en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) antes del 30 de junio la establecerá las condiciones de esta temporada en la que especies como la tórtola y codorniz volverán a estar prohibidas salvo esta última en El Hierro.