"El boxeo tiene unos valores y es una enseñanza continua. Es como la vida misma", afirma Cristina Castanedo (Las Palmas de Gran Canaria, 1988). De triunfar en el Carnaval como reina infantil capitalino al ring. De las carnestolendas, a combatir sobre el cuadrilátero. La púgil nos cuenta su historia, una a la que añadió hace unas semanas un nuevo capítulo. Y es que la boxeadora se enfretó ante la majorera Gema Reyes en la categoría del peso wélter en la III Velada Pedro Miranda, celebrada en el Pabellón Juan Carlos Hernández de Jinámar, en Telde.
De su paso por el Carnaval guarda un buen recuerdo, tanto como de su último duelo contra Gema Reyes. En esta velada, su brazo fue alzado al cielo al salir victoriosa; a pesar de llevar un largo periodo de tiempo sin combatir, concluyó la pelea de una manera cómoda. El suyo era el único combate femenino del programa. Tuvo que combatir en una categoría superior por las dificultades para encontrar rivales.
Con la diferencia de peso lo pasó "un poco mal por el tamaño de los guantes, de 11 onzas, que te pueden jugar una mala pasada". A pesar de los incovenientes recalca que "hay que pelear" sin importar los obstáculos que se le presenten ante la falta de rodaje en comparación con las púgiles peninsulares.
La figura de Pedro Miranda
En el deporte de las doce cuerdas comenzó tarde, a los 25 años, tras no atreverse a probarlo con anterioridad, aunque el mundo del boxeo le llamara la atención. La recomendación de una amiga hizo que empezara a practicarlo.
La boxeadora, que se entrenada bajo la supervisión de Pedro Miranda, campeón de Europa del peso superpluma en 2002, cuenta por ahora con un corto bagaje en cuanto a combates en esta especialidad, pero no por ello su espíritu competitivo se ve afectado. Sus ilusiones se mantienen intactas. "Ahora lo que toca es boxear", apunta Cristina Castanedo.
Pedro Miranda destaca que su pupila tiene muchas virtudes, y estas le han permitido llegar hasta donde está. Prueba de ello es que este mes iba a disputar el Campeonato de España, pero finalmente por asuntos laborales no puede acudir a la cita.
"Es una pena, pero es lo que toca, tampoco hay más opciones", admite la púgil. Reconoce qie estaba muy ilusionada y confiada en que este era su año. Este hecho no la echa para atrás, porque en el futuro habrá otros retos que afrontar como boxeador. Unos objetivos que pasan por convertirse en profesional.
Sobre su entrenador, revela que "es una bella persona que siempre te está animando". "Es un luchador nato", comenta sobre la importancia de Miranda en su carrera. Entrenar con un ícono del boxeo isleño es algo único para la púgil. La presencia del preparador en el día a día resulta fundamental: "Hay algunos días en donde igual una está más cansada, pero él siempre está allí animándote y apoyándote. Y siempre sales con una sonrisa. Es como una terapia, es entrenador y psicólogo".
El boxeo se trata de un deporte en el que impera el sacrificio, por la exigente preparación diaria que se requiere. Pero el trabajo matutino de Cristina como administrativa no impide que disfrute y pase unas horas entrenándose para mejorar su destreza dentro del cuadrilátero.
Sobre cómo gestiona y reparte su tiempo, comenta que suele organizarse para dar para todo: "Entre semana no paro y por eso algunos fines de semana no tengo ni ganas de salir". Recalca que tiene "unos horarios que me permiten compaginar trabajo, entrenamiento y vida personal".
En sus inicios en el boxeo reconoce que no se sentía cómoda, pero después todo cambió. "A medida que competía empezaba a disfrutar", comenta la púgil. La receta para la transformación que ha notado desde el primer combate hasta el último es la comodidad que siente sobre el ring y el apoyo de los miembros de su equipo. La preparación de combates dista mucho de lo que vivió en las fiestas del Carnaval, ya que son cosas totalmente distintas.
Su pasado como reina del Carnaval infantil también lo tiene muy cercano. "Me presenté con nueve años y fui reina a los diez. Siempre me ha gustado, pero no me he vuelto a presentar como candidata siendo adulta", asegura Cristina Castanedo., aunque en el futuro "no descarto volver a a hacerlo".
La intención de la grancanaria es escribir más capítulos exitosos en los próximos retos deportivos que afronte en el futuro. L a púgil tiene entre sus objetivos pelear fuera de España, por lo que todos sus esfuerzos estará centrados en llegar a conseguirlo.
Hasta entonces, y con la idea también de volver a ser candidata a reina del Carnaval en su cabeza, se irá marcando objetivos. De momento, solo los guantes y competir están presentes en su mente dentro de un deporte que por ahora para ella se trata de únicamente un hobby.
