El grancanario Rafa Cabrera Bello se despidió ayer de la edición 148 del Abierto Británico de Golf. Arrancó la segunda jornada con la obligación de remontar un +2 que le dejaban fuera del corte y después de un aciaga segunda parte del recorrido regresa con su familia para celebrar su paternidad, ya que su esposa está a punto de dar a luz una niña.

El jugador del Real Club de Golf de Las Palmas acaba este major con un +6, muy lejos de la línea que llevaba en los últimos torneos en los que ha participado. No empezó bien el día, pero después enmendó al cumplir los primeros nueve hoyos y albergó esperanzas de mejorar los números de su tarjeta. Después llegó la fatalidad y el hundimiento definitivo con un triple bogey en el hoyo 14 que le impide estar este fin de semana peleando por escalar posiciones.

El campo de Royal Portrush le pasó factura como a otros ilustres. Casos de Rory McIlroy, Phil Mickelson, Tiger Woods, que tampoco encontraron su mejor juego para seguir en el Abierto Británico, el torneo con más prestigio del circuito mundial.

Rahm y García siguen en liza

El golfista vizcaíno Jon Rahm (-4) y el castellonense Sergio García (-1) son los dos únicos españoles que siguen en competición en el Abierto Británico que desde el jueves se disputa en Royal Portrush, en la costa de Irlanda del Norte. Rahm y García se mantienen a cuatro y siete golpes, respectivamente, de los líderes provisionales, el estadounidense JB Holmes y el irlandés Shane Lowry, ambos con -8 cuando llegan las dos últimas rondas.

Rahm compart la duodécima posición con otros cinco jugadores tras empezar su vuelta a trompicones, aunque sólo cedió un golpe con respecto a la primera jornada. "Se han complicado las cosas rápido al principio y he jugado bien. Al final he podido mantenerme calmado, concentrado y con la mente estable en lo que tenía que hacer", señaló el golfista de Barrika y número ocho del mundo, que viene de ganar el Open de Irlanda.

No le fue tan bien a Sergio García, que tras realizar un recorrido con dos golpes más que el par del campo se descuelga hasta el puesto 32ª, que comparte con otros catorce profesionales.

"No me he encontrado del todo cómodo y ha habido algunos golpes que me han costado. Hemos peleado con todo lo que teníamos y por lo menos estamos aquí para intentar hacer un buen fin de semana", comentó García, que supera dos cortes consecutivos en grandes después de una mala racha.

"El campo es muy exigente. Si le pegas bien a la bola, puedes hacer resultado. Pero si no le estás pegando bien, sobre todo desde el tee, te penaliza mucho", añadió el castellonense, ganador del Masters de 2017.

Mientras, los jugadores más regulares son JB Holmes y Sane Lowry, pero sólo con un golpe de ventaja sobre otros grandes como los ingleses Tommy Fleetwood y Lee Westtwood, pegados a los líderes con un -7.

Quedan 36 hoyos por delante y 24 golfistas separados por ún máximo de cinco golpes, entre ellos Jon Rahm, la esperanza española en este grande que este año se ha trasladado a Irlanda del Norte para hacer muy feliz a quien consiga mañana levantar la valiosa jarra de clarete que premia al campeón.