El cubano afincado en Gran Canaria Yasiel Sotero continúa su progresión como discóbolo. Un nuevo oro y otro récord bajo un brazo que aspira a luchar por los metales en los Juegos Olímpicos de 2024 en París después de conquistar el Campeonato Europeo sub 20 en Suecia. "Estoy muy contento con los resultados que estoy cosechando, pero lo importante es seguir progresando y puliendo la técnica", señala Sotero, que cumplirá la mayoría de edad en diciembre.
El joven lanzador de disco tiene la mejor marca mundial sub 20 de la temporada con el artefacto de 1,750 kilogramos: 63,68 metros. "Trabajamos para cerrar este año con lanzamientos cercanos a los 65 metros para que en su último año de sub 20 pueda aspirar a romper el récord, que está en 70 metros", afirma José Ríos, preparador de Sotero en el UAVA Vecindario.
De momento todos los indicadores apuntan a que podría ser un lanzador de talla mundial. "Ya está logrando cosas, pero lo que le digo es que los récords sub 20 no importan a nadie, sino lo que uno logra como absoluto", reconoce Ríos.
Sotero llegó a Gran Canaria con 14 años y el atletismo no fue su primera opción. Trato de buscar sitio en los clubes de fútbol de Vecindario sin éxito. Por ello acabó probando el atletismo de la mano de Ríos. "Gracias a que no encontré equipo descubrí un deporte que me apasiona y me hace feliz", resalta el atleta. Sotero despuntó muy pronto. Con 16 años ya se proclamó campeón de España sub 18 y consiguió varios récords en la categoría.
A falta de unos meses para cumplir 18 años su palmarés sigue creciendo a pasos agigantados. El discóbolo ha cosechado 17 récords en los últimos dos años y revalidó su oro la semana pasada en los europeos sub 20 en Suecia. Desde la Real Federación Española de Atletismo ya le señalan como una joya mundial. "No me centro en lo que dicen, sino en seguir trabajando", replica a los halagos.
Su entrenador sigue la hoja de ruta que lleve a Sotero a luchar por las medallas en los Juegos Olímpicos de París en 2024. "Lo que dicen ahora de él no es ninguna presión. No entrenamos para ser nadie ahora, sino trabajamos para ser el mejor del mundo dentro de 5 años", asegura Ríos, que tiene plena confianza en el talento de su pupilo. "Tiene facilidad para aprender, técnica y mucha disciplina", resalta.
Apoyo familiar
El lanzador llegó a Vecindario poco después de que lo hicieran sus padres. Echa de menos al resto de la familia, que sigue en Cuba. "Me gustaría que me viesen competir, pero tal y como están las cosas no quiero hacerlo allá", explica. Para Sotero el apoyo de su familia es muy importante. "Mi madre se emocionó mucho, me llamó poco después de colgarme el oro en Suecia", revela el discóbolo.
El atletismo está sirviendo a Sotero a evadirse de sus problemas. "Cuando entreno estoy concentrado en lo que hago, eso me ayuda a olvidarme de todo", afirma. Y es que el juego mental es uno de sus fuertes. Se fijan en deportes como el tenis o el ajedrez para fortalecer los aspectos mentales de la competición. "Son otras modalidades en las que la cabeza es muy importante, porque en los deportes individuales el primer rival eres tú mismo", explica Ríos.
Ambos regresaron ayer a Vecindario, donde ya preparan su próxima gran cita: los mundiales sub 20 de Kenia en 2020. "Hay que seguir mejorando y conseguir más logros", sentencia Sotero, centrado en su técnica de lanzamiento.
