¿Qué debe hacer un ciclista para sortear el tramo de apenas tres kilómetros cerrado de la GC 500 que conecta Taurito con la Playa de Mogán? "Una paliza auténtica. Habría que subir por la carretera de Cercados de Espinos, la que llega hasta Soria, pasar el Barranquillo de Andrés y poner dirección a Mogán y empezar a bajar". En total, de un trecho corto para continuar por la 'carretera vieja' del Sur se pasa a una ascensión 'rompepiernas' de 40 kilómetros. Es la única opción que tienen los ciclistas -que no pueden entrar en la autopista- si quieren continuar por ahí y bordear esa zona del Sur. Todo por culpa de un cierre parcial de la vía por desprendimientos que camina hacia los tres años.

Quien habla es todo un clásico del ciclismo en Gran Canaria, Sotero Boza, uno de los deportistas que se concentró ayer desde las 10.30 horas en la rotonda de Taurito, justo donde la valla cierra el paso de ese tramo de la GC-500. En total, la convocatoria congregó a más de un centenar de ciclistas que luchan porque las administraciones públicas pongan fin a una condena para el cicloturismo en Gran Canaria. Porque además de los ciclistas locales también se concentraron algunos corredores amateurs extranjeros que disfrutan de las condiciones de Gran Canaria para salir a rodar en la época donde el invierno aprieta en Europa.

"Tanto se llenan algunos la boca hablando de la Isla Europea del Deporte y demás historias y no hay una solución para esto tres años después. Llevamos años sin dar la vuelta a la Isla por esta situación. Hay gente que se preocupa para venir hasta Gran Canaria con sus bicis y se encuentran con esto", explica Boza, con más de 30 años de experiencia sobre la bici e integrante del grupo del Obelisco.

La manifestación, que transcurrió con absoluta normalidad, solo pide un llamamiento a las autoridades públicas para que den una solución ya a esta situación anómala. "Esperamos que nos hagan caso. Ya van tres años y no han encontrado solución", replica el veterano ciclista, que asegura que el colectivo tiene en mente más protestas para el futuro.

Después del desprendimiento de 2017, que dañó a los ocupantes de una motocicleta, el Cabildo Insular cerró la carretera desde ambos extremos. Un cierre sin alternativas que daña al cicloturismo grancanario.