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Kárate

Primeros pasos de un campeón

El pequeño Gorka Guerra cosecha medallas a nivel nacional y autonómico pese a su corta edad - Sueña con emular a Iván Leal o Rafa Agayev y alcanzar unos Juegos

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El niño Gorka Guerra, medalla de plata en la Liga Nacional de Karate

El pequeño Gorka Guerra reparte patadas que da gusto. Con apenas 10 años ya acumula cuatro medallas nacionales y tres a nivel autonómico y sus aspiraciones no tienen techo. Es cinturón marrón-azúl y sabe cual es la senda que debe seguir para triunfar. "Ganar con la selección canaria, luego con la española y llegar a unos Juegos Olímpicos", detalla el karateca.

El pasado sábado, nuestro protagonista se proclamó campeón insular en la categoría infantil en el club Open Kárate. Todo, una semana después de colgarse la medalla de plata en la Liga Nacional celebrada en Pamplona. "Me estoy esforzando mucho y las cosas me están saliendo, pero me gustaría poder entrenar más", afirma el menor, que ya lo hace tres veces por semana. "Cuando puedo voy a otro gimnasio para prepararme bien las competiciones", explica Gorka, que destaca por su disciplina por el deporte.

Su padre, Miguel Guerra, fue jugador de balonmano en el Canteras y trató de que el hijo siguiera sus pasos: "Lo probó, pero no hubo manera, le encanta el kárate". Su progresión disipó sus dudas y apoyó la decisión de su hijo. "Entrena de manera obsesiva, es muy detallista", remarca.

Y es que cuando no está en el colegio o entrenando, Gorka "se enchufa al YouTube" para ver vídeos de su deporte. "Veo mucho a Iván Leal y Rafael Agayev, se aprende mucho observando a los mejores", destaca el grancanario, que ha compartido algunas clases junto al campeón del mundo Leal. "Me dio algunos consejos, es muy buena gente, muy cercano con los jóvenes", revela.

De su ídolo aprendió los aspectos importantes de un karateca: "Buen estado físico, cabeza y mucha técnica". Gorka parece que va bien encaminado. Aunque aún es pequeño, sus patadas llegan a una altura superior al metro ochenta. Mentalmente, reconoce que no se pone nervioso en las competiciones y que vigila bien a sus adversarios. "Cuando más disfruto es en los combates, en los torneos, pero para llegar a tono hay que entrenar muchos aspectos que no son tan divertidos. Sin sacrificios no se mejora", advierte.

En cuanto a la técnica, cree que aún debe pulir algunos aspectos: "Tengo que mejorar mis piernas, sobre todo la mala, y mejorar también las guardias".

El joven Gorka entrena en el ACD Neko, un club que nació hace 20 años en el barrio de San José y que se trasladó recientemente a Tamaraceite. "Tengo a los mejores entrenadores", afirma el karateca de sus maestros Iván Rodríguez y Alberto Castellano, con quienes pasa muchas horas a la semana. Y de momento el esfuerzo está dando sus frutos.

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