La Copa del Rey no es una experiencia mística para los equipos de Segunda División. Más bien, se trata de una vereda obligatoria y maldita, que malgasta necesarias energías para empresas de más empaque. Esta competición es un gran circunloquio donde tras noventa minutos, o muchos más, uno vuelve al punto de partida. Una suerte de mito de Sísifo. Si la Unión Deportiva elimina esta noche al Celta en Balaídos, a partir de las 21.00 horas (Gol Televisión), volverá a enfrentarse a otro equipo de Segunda a partido único, que pudiera ser otra vez fuera del Gran Canaria. Menudo premio.

Este bucle sin sentido vacía estadios, lo lleva haciendo desde hace años. Lo pudimos ver el martes en La Condomina, donde el encuentro entre el Murcia y Córdoba parecía que se jugaba a puerta cerrada. Esta misma noche, a pesar de ser un duelo entre históricos con relativo cartel, las gradas del estadio céltico tampoco presentarán un buen color, según comentan en Vigo. Hablar sobre la hora del partido, que puede concluir en plena madrugada, ya es interrogarse sobre asuntos espinosos.

Además, en la acera visitante, los precedentes coperos no son nada halagüeños, puesto que la Unión Deportiva lleva cinco temporadas consecutivas, de 2006 ante el Real Murcia, sin superar a domicilio una ronda del torneo del KO. La última caída sucedió en Valladolid el curso pasado donde, en un partido estresante, los amarillos fueron goleados por los pucelanos 5-3.

Juan Manuel para esta ocasión se lleva a 24 elementos a la Península, debido al doble desplazamiento hacia Vigo y más tarde a Tarragona para enfrentarse al Nástic el domingo (19.00 horas). Básicamente viajan todos los futbolistas que tiene disponibles el técnico, toda vez que Juan Guerra recibió el alta ayer mismo y, por desgracia, una tendinitis en el pie derecho dejó fuera de los expedicionarios a José Artiles, el emergente talento de la cantera.

De estreno

El entrenador, que anuncia algunos cambios, no quiere ofrecer pistas sobre un once, que sobre el papel se oxigenará respecto a los últimos encuentros del campeonato. Por ejemplo, esta noche se podría observar cómo un puñado de futbolistas debutan con la camiseta amarilla. El propio Guerra, Víctor Laguardia, Manu Dimas o Raúl Lizoain están llamados a tener cabida en el equipo inicial o durante el encuentro de Balaídos.

Además, los aficionados tendrán oportunidad de ver las evoluciones de Javier Portillo, el fichaje estelar de este verano, toda vez que el delantero madrileño sólo ha podido actuar en escasos minutos en los dos encuentros de Liga.

Mientras, en Vigo, el conjunto entrenado por Paco Herrera, que colidera la clasificación de Segunda, espera a Las Palmas con un grupo lastrado por la lesión de Mario Bermejo, su estilete ofensivo, por lo que se espera el debut de Orellana.