Convertir la parálisis en anécdota. Redención o depresión en Montilivi.A la puertas del derbi del silencio ante el CD Tenerife -domingo, 21.00 horas en el Gran Canaria-, la UD desafía al poderoso Girona FC de Francisco (20.00 horas, GOL) con un carrusel de ausencias. El pichichi Sergio Ezequiel Araujo -por precaución tras una dolencia costal-, Maikel Mesa -lesión muscular-, Tomás Cardona -dolor en la zona isquiotibial- y Clau -contusión en la rótula- se quedan en la Isla. Ninguno está descartado para medirse al ogro del Teide.
A esta relación de cuatro efectivos, cabe sumar las ausencias por lesión de Pejiño y Ale Díez. Así como la del central Ismael Athuman, citado con Kenia para la disputa de un doble compromiso para sellar su billete para la Copa África.
El esperpento del último episodio liguero ante el Real Oviedo fue un torpedo en la zona de flotación de un proyecto fundamentado en la velocidad explosiva y osadía. El bloque isleño encadena tres jornadas sin besar la gloria de la victoria y se desploma la revolución perfecta. Es la hora del renacer.
Con Álvaro Valles -que ha recibido 14 dianas en estas diez primeras jornadas- como héroe ante el cuadro ovetense, Mel ultima dos cambios en la retaguardia. Eric Curbelo -por Álex Suárez- y Jonathan Silva -por Dani Castellano- se postulan como revulsivos. Activos como Álvaro Lemos, Aythami Artiles, Sergio Ruiz, Enzo Loiodice o Kirian Rodríguez se escapan de la quema. Escenifican el esplendor de la primera línea , que quedó tremendamente denostada con las puñaladas de Nahuel.
Recuperar la esencia y la agresividad. Mel insiste en la previa en clonar la conducta beligerante del primer tramo del curso. La UD enamoró tras aplastar al Logroñés, Almería y Castellón. Del amor y el deseo, al cruento olvido.
Las Palmas no sabe ganar sin Araujo. Lo tendrá que hacer con Pietro Immello de inicio, así como con la vuelta de Benito Ramírez. El cohete de La Aldea está obligado a recuperar su rol de estrella. En el otro costado, el irreverente Rober. Otro de los sacrificados sería Clemente, que ha perdido su colmillo en una partitura soporífera. La UD se ha convertido en un ejército previsible, fácil de controlar desde un repliegue primitivo.
El Girona, por su parte, recupera a cuatro pilares como Ramalho, Cristóforo, Monchu y Samu Saiz. No estará el zaguero grancanario Juanpe, así como el pistolero uruguayo Stuani. La gran amenaza es Mamadou Sylla, que lleva cuatro goles en un inicio sobresaliente.
Montilivi es el infierno. Un recinto que no se conquista desde 2014, cuando dos goles de Guzmán Casaseca domaron al dragón. Jémez se llevó seis y Lobera otro carro, con cinco estocadas en el orgullo. La UD, con el derbi en el retrovisor, busca un antidepresivo en la farmacia de guardia de Girona. Se acabaron los experimentos. El descenso está a tres puntos. La propuesta salvaje que encandiló a una Isla se examina en 180 minutos. Tras el caos, esta tarde no queda otra que mirarse en el espejo.
A tres puntos del descenso y con el ‘Tete’ en el horizonte
La UD, que llegó a ocupar puestos de promoción de ascenso a Primera, se encuentra a tres puntos del descenso. El Girona-Las Palmas cierra esta noche la undécima jornada de LaLiga SmartBank y el Albacete diez unidades, marca la zona roja. La formación de José Mel Pérez llegó a sumar seis jornadas sin besar la lona -desde la segunda fecha a la octava ante el Cartagena-. El bofetón en el Cartagonova, con un gol de Rubén Castro, fue el inicio del fin. Luego llegó un agónico empate ante el Albacete y derrota ante el Oviedo. El episodio ante los azulones fue el peor del curso. Valles detuvo una pena máxima y evitó una sangría. La verdadera cuenta pendiente de Las Palmas es ganar lejos del Gran Canaria. Cabe reseñar que en este 2020 solo suma un triunfo foráneo -ante el Almería el pasado junio-. Más allá de lo que acontezca ante la formación de Francisco -que solo ha perdido un partido en su feudo-, los pupilos de Mel afrontan el domingo el clásico canario. Duelo de máximo rivalidad regional y que puede servir de trampolín para revertir la mala dinámica liguera. La última alegría de la UD ante el Tenerife se remonta al 10 de mayo de 2014. Un cabezazo de Vicente Gómez trituró a la formación tinerfeña (1-0), que estaba dirigida por Álvaro Cervera. | P. C.
