Gran Canaria vuelve a contar con triple representación en un evento de primera magnitud en el panorama balonmanístico internacional. En el Mundial que arrancaba ayer en Egipto, a la presencia de Dani Sarmiento en la filas de la selección española se une la participación de la pareja de colegiados que integran Ángel Sabroso y Óscar Raluy, una de las mejores del mundo en este deporte. Debutan hoy en la cita egipcia. Y lo harán dirigiendo en Alejandría el encuentro del grupo H que mide a Eslovenia y Korea.
Con ansías y muchísimas ganas, a pesar de su amplia experiencia, esperaban ayer su turno los grancanarios, que se encuentran en el país desde el pasado domingo para intervenir en un curso previo organizado por la Federación Internacional con los colegiados que intervienen en este Campeonato del Mundo.
Será su sexta participación consecutiva en un Mundial absoluto masculino (Suecia 2011, España 2013, Qatar 2015, Francia 2017 y Alemania-Dinamarca 2019), pues también lo hicieron en uno de la categoría femenina. Este será especial por las circunstancias extradeportivas que lo rodean por la pandemia de la Covid-19.
Como nos relataba ayer el propio Ángel Sabroso, los participantes en esta cita de Egipto viven en una burbuja para intentar al máximo los casos de coronavirus. “No podemos salir el hotel para absolutamente nada, está bloqueado del todo. Desde nuestra llegada el domingo pasado, nos han hecho ya tres test PCR; así que estamos adaptándonos a estas circunstancias”, apunta el colegiado isleño.
También señala lo extraño que va a ser un Mundial con la ausencia de aficionados en las gradas: “Ya hemos pitado varios partidos de las Champions de balonmano esta temporada sin público ,y se trata de una situación que también requiere de cierta adaptación. La concentración y la tensión que aporta el ambiente no la tendremos, así que habrá que estar preparados para eso”.
“Además, debemos ser cuidadosos con la comunicación dentro de la pista, porque ahora se escucha todo, tendremos que valorar bien lo que escuchamos y darle su importancia justa, que no parezca amplificado por el hecho de que no hay público, al igual que la forma de gestionar nosotros los conflictos”, añade Ángel Sabroso.
Él y su inseparable compañero Óscar Raluy inician la competición en Alejandría, donde se disputan los encuentros de los grupos C y H de la fase preliminar de este Mundial de Egipto, el primero de la historia que cuenta con la participación de hasta 32 selecciones nacionales. La pareja de colegiados grancanarios permanecerá en esta sede hasta el martes, cuando regresarán a El Cairo, la capital egipcia, esperando nuevas designaciones en las siguientes fases del campeonato.
Lo más lógico, visto lo visto en los grandes eventos más recientes, es que permanezcan allí hasta las rondas decisivas. Como una de las mejores parejas del mundo que son, resulta habitual verla pitar los encuentros donde se deciden las medallas, incluso el oro.
En este último caso, siempre que la selección española de Jordi Ribera, la actual campeona europea, no se clasifique para la gran final del torneo. Así sucedía en el Campeonato de Europa de Suecia, Austria y Noruega, celebrado hace ahora un año.
El virus, un rival a batir en Egipto
Los encuentros Bielorrusia-Rusia, Eslovenia-Corea del Sur, Argelia-Marruecos, Austria-Suiza, Suecia-Macedonia del Norte, Portugal-Islandia y Noruega-Francia abrieron ayer un Mundial marcado por la pandemia. Por esta razón, dos de las selecciones previstas inicialmente en el cartel no han podido participar: República Checa y Estados Unidos (sustituidas por Macedonia del Norte y Suiza). España, que figura entre las favoritas al título y que cuenta en sus filas con el grancanario Dani Sarmiento, debuta mañana (17.00 horas, Teledeporte) contra Brasil, otro combinado lastrado por la Covid-19. La selección brasileña, novena en el pasado Campeonato del Mundo de Alemania y Dinamarca, anunciaba el martes dos nuevos casos positivos, que se sumaban a los cinco que ya se detectaron el pasado 6 de enero. | M.O.
