La gallega Susana Rodríguez, que finalizó quinta en los 1.500 metros, clase T11 de discapacitados visuales, junto a su guía Celso Comesaña, se quedó sin el ansiado doblete en los Juegos Paralímpicos de Tokio tras la victoria de hace unos días en triatlón.

Susana llegó a Tokio con el objetivo de tratar de subir al podium dos veces pero siempre dando prioridad al triatlón. En la bahía de Odaiba lo cumplió y, junto a su guía Sara Loehr, se coronaron campeonas de triatlón, pero dos días más tarde no pudo repetir el mismo éxito en triatlón.

El desgaste acumulado, el calor sofocante que hizo en el estadio de Tokio y una preparación más específica para la prueba de 1.500 metros impidieron el doblete.

"La prioridad era el triatlón porque esta carrera la hemos preparado en base a eso. Aún así esto es para valorar, quedar en quinta posición es un logro y agradezco a Susana que me haya hecho cumplir un sueño", declaró Celso Comesaña al término de la prueba.

La victoria se la llevó la mexicana Mónica Olivia Rodríguez y su guía, Kevin Aguilar, que se coronaron con un dominio incontestable sobre la pista que se tradujo en un oro y un nuevo récord del mundo.

Los mexicanos, con autoridad, llegaron a meta en un tiempo de 4:37.40, seguidos a más de tres segundos por la pareja sudafricana formada por Louzanne Coetzee y Erasmus Badenhorst, que fueron plata. El bronce se lo llevó la keniana Nancy Chelangat y su guía Geoffrey Kiplangat Rotich.

Susana y Celso, al sprint para superar a la pareja china formada por Shanshan He y Ziqin Huang, quedaron quintos y se llevaron un diploma del Estadio Olímpico de Tokio.

"Me marcho contenta de Japón porque me llevo un oro en triatlón y un diploma en atletismo. Sabíamos que si se daban algunas circunstancias podíamos estar ahí pero está claro que lo ocurrido los días antes con el triatlón no sería en vano. Es complicado gestionar todo y es una lección de aprendizaje para el futuro", confesó Susana.

"Este año ha sido bueno pero también hay muchas cosas que no se ven, que es el trabajo diario", dijo la deportista gallega, que por fin pudo cumplir su sueño de participar en atletismo en unos Juegos tras la decepción de 2008.

Ese año logró la mínima para Pekín en atletismo pero solo había seis plazas y siete candidatos. Se quedó fuera y la desilusión la hizo dejar el deporte un tiempo hasta que encontró el triatlón, con el que debutó en unos Juegos en Río con un quinto puesto.

"Yo creo que la vida siempre te da una segunda oportunidad y ahora lo que hay que hacer es disfrutar", señaló.

Susana Rodríguez, que sufre una agudeza visual que solo la permite ver un 5% por un ojo y un 7% en el otro a consecuencia del albinismo, no olvidará estos Juegos de Tokio ni tampoco este año que está viviendo, en el que su figura está traspasando la frontera del deporte hasta el punto de haber sido portada de 'Time', la revista estadounidense que está considerada una de las más prestigiosas e influyentes del mundo.