Paseo con Pablo Zabaleta

La radiografía de Albania, la gran sorpresa de la Eurocopa

El experico Pablo Zabaleta, ayudante del exazulgrana Sylvinho al frente de la selección, cuenta la intrahistoria de la sensación de la fase clasificatoria

Pablo Zabaleta, segundo entrenador de la selección de Albania, antes de su charla con El Periódico.

Pablo Zabaleta, segundo entrenador de la selección de Albania, antes de su charla con El Periódico. / JORDI COTRINA

Joan Domènech

Un brasileño y un argentino, un azulgrana y un perico, un lateral izquierdo y uno izquierdo. Del contraste de los extremos nace una pareja nada extraña y sí exitosa: son los seleccionadores que han conducido a Albania a la fase final de la Europa. La segunda de la historia, pero la primera realmente pura; la de 2016 llegó por una sanción a Serbia a la que le dieron por perdido el duelo entre ambas selecciones por los incidentes que motivaron su suspensión.

La clasificación para la de 2024 ha sido brillante, en primera posición, con cuatro victorias, tres empates y una derrota, en el partido inaugural, frente a la Polonia de Robert Lewandowski, que fracasó. La otra selección que pasó fue la República Checa.

Zabaleta, en Barcelona.

Zabaleta, en Barcelona. / JORDI COTRINA

La relación entre Sylvinho y Zabaleta nació al coincidir ambos en la plantilla del Manchester City (09-10).

Los derbis y Messi

El viaje hacia la locura del acceso a la Eurocopa empezó durante el Mundial de Qatar. La federación albanesa contactó con Sylvio Mendes Campos Junior para ofrecerle el cargo de seleccionador y Sylvinho, el lateral izquierdo, brasileño y azulgrana, llamó a su viejo amigo Pablo Javier Zabaleta, el lateral derecho, argentino y perico.

Habían trabado la amistad y las iniciales charlas futbolísticas cuando se reencontraron en la plantilla del Manchester City a las órdenes de Roberto Mancini (2009-10) después de caminar por distintas aceras en Barcelona. Solo coincidían en los derbis o mediante un amigo común llamado Leo Messi. El cuerpo técnico lo completa el brasileño Doriva excompañero de Sylvinho en su época de jugador en el Celta.

Campeón y contrato

El acuerdo se fraguó en diciembre. Casi como un regalo de Navidad añadido que Zabaleta recibió en la Cerdanya, durante las vacaciones tras regresar de Doha sintiéndose campeón con la albiceleste, casi casi tanto como el Mundial juvenil de 2005 o la medalla de oro de los Juegos Pekín que conquistó en el campo junto con Messi.

El primer ministro albanés recibió a los nuevos seleccionadores cuando asumieron el cargo en enero.

El 9 de enero partieron y se instalaron en Tirana para pergeñar toda la infraestructura necesaria: un staff con técnicos albaneses, remodelación de instalaciones y servicios y, sobre todo, la búsqueda de jugadores. Un proceso complejo por la gran diáspora que existe de albaneses desde hace décadas.

Se encontraron un país desconocido -ninguno de los tres había estado allí- pero involucrado. “Nos recibió incluso el primer ministro, además del presidente de la federación”, recuerda Zabaleta, que vuelve a Albania para completar el curso de entrenador UEFA Pro.

Las tres listas

“En una pizarra gigante elaboramos una lista A con 50 jugadores que eran internacionales o podían serlo ya mismo. Hicimos una lista B de jugadores de la liga albanesa con potencial para ser convocados y otra lista con futbolistas que deseaban ser internacionales con nosotros, que hubieran hecho la solicitud de jugar con Albania o tramitado el pasaporte y que estaban fuera del país”, relata Zabaleta.

Existen decenas de futbolistas esparcidos por Europa -por el mundo, ya verán- que han nacido fuera porque sus padres o abuelos albaneses emigraron en los años de penuria económica y política. Jugadores que tal vez han sido internacionales en las categorías inferiores con otros países (Alemania, Inglaterra, Kosovo, etc.) y que poseen un sólido sentimiento de pertenencia al país de sus familiares y que quizá apenas conocen.

Asani fue detectado en Corea del Sur, debutó con 28 años y se ha consagrado con tres golazos en nueve partidos.

El tesoro del analista

La base de datos de un analista italiano que se quedó de la época de seleccionador de Christian Panucci vale un tesoro. “Nos dijo: ‘Hay un muchacho que jugaba en Hungría y ahora está en Corea del Sur que podríamos mirar’”, recuerda Zabaleta cuando elaboraban el modelo de juego que quería Sylvinho.

“Empezamos a seguirle y vimos que era un zurdo con mucha calidad que jugaba a pierna cambiada. Lo llamamos y ha acabado siendo una de nuestras figuras”. El debutante es Jasir Asani, nacido en Macedonia del Norte, de 28 años, autor de tres golazos desde fuera del área en la clasificación. Seis de los 12 goles de Albania han sido de disparos lejanos.

Dos suplentes rescatados

No es un caso excepcional. Tenían dos laterales derechos Elseid Hysaj, del Lazio, e Iván Balliu, del Rayo Vallecano, catalán de Caldes de Malavella con ancestros albaneses. Ninguno izquierdo.

La base arrojó un nombre. Mario Mitaj, un griego de 19 años que militaba en el AEK y había sido traspasado al Lokomotiv de Moscú, donde era suplente. “Mirábamos los 20 minutos últimos que solía jugar. Lo hacía de central”, cuenta Zabaleta de un muchacho al que reconfiguraron con vídeos y charlas y ha terminado siendo titular.

Sylvinho posa con el triplete del Barça 2008-09 en el Camp Nou.

Sylvinho posa con el triplete del Barça 2008-09 en el Camp Nou. / FCB

De otros casos semejantes, como Taulant Seferi, exinternacional macedonio, olvidado en Ucrania y ahora en el Baniyas Club de los Emiratos Arabes, o Klaus Gjasula, un pivote alemán que no jugaba en el Darmstadt 98, de la Bundesliga 2, y ni se lo creía que le hubieran convocado a los 33 años por primera vez, se ha nutrido una selección ilusionada que estalló con el empate en Moldavia (1-1) que sellaba la clasificación matemática en la penúltima jornada.

Gjasula presiona a Pedri en el amistoso España-Albania disputado en Cornellà en marzo de 2022.

Gjasula presiona a Pedri en el amistoso España-Albania disputado en Cornellà en marzo de 2022. / EFE

Perfil balcánico

A Gjasula le llamaron por su envergadura para defender el juego aéreo ante los altísimos futbolistas polacos, checos, feroeses. El perfil de los albaneses se asemeja al balcánico, de buen trato del balón, de calidad técnica, sin demasiada altura física, y muy competitivo, como saben en Polonia y la República Checa.

“No nos sobra nada”, confiesa Zabaleta, que espera la eclosión de algún jugador más en el primer semestre del año motivado ante el acontecimiento histórico de la Eurocopa.

Messi y Zabaleta, en el Open Barcelona de tenis en los inicios de su etapa barcelonesa.

Messi y Zabaleta, en el Open Barcelona de tenis en los inicios de su etapa barcelonesa. / JORDI COTRINA

Albania confía en que los delanteros Armando Broja y Rey Manaj alcancen su nivel tras superar sus lesiones.

Puertas abiertas

“Ningún albanés tiene la puerta cerrada, en absoluto” dice el exinternacional argentino de 38 años, a caballo entre Tirana y Barcelona donde se instaló tras una larga carrera que empezó en el San Lorenzo de Almagro en 2002, continuó en el Espanyol (2005), se expandió al Manchester City (2008) y terminó entre 2017 y 2020 en el West Ham.

Nadie tiene la puerta cerrada. Estará abierta hasta el último momento para ver si la franquean el delantero Armando Broja (22), nacido en Inglaterra, adquiere el rodaje suficiente con el Chelsea y si el exazulgrana Rey Manaj (26) confirma su recuperación en Turquía tras las lesiones que le mortificaron en el Watford. Albania les espera.

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