Países árabes

De Qatar a Arabia Saudí, el blanqueo deportivo sigue saliendo barato

En 2023 los saudíes han plagado su liga de fútbol con estrellas tras fichar a Cristiano Ronaldo, han comprado el Newcastle, seducido a Jon Rahm a golpe de petrodólares y cerrado el Mundial de fútbol en 2034

Messi posa con su familia en una imagen publicitaria de turismo de Arabia Saudí.

Messi posa con su familia en una imagen publicitaria de turismo de Arabia Saudí. / Reuters

Fermín de la Calle

El 2023 acaba con el mundo del golf aún en shock por la decisión de Jon Rahm de integrarse en el circuito LIV, la Superliga saudí de golf, después de haber sido el más beligerante de los defensores del PGA Tour cuando se presentó el circuito alternativo y muchos golfistas de primer nivel se alistaron en sus filas atraídos por los contratos multimillonarios

Sin embargo, este miércoles 27 Novak Djokovic y Carlos Alcaraz se veían las caras en Riad, la capital de Arabia Saudí, en un torneo de exhibición que les emparejaba por quinta vez esta temporada. Antes se habían cruzado en Roland Garros, Wimbledon, el cemento de Cincinatti y las ATP Finals en Turín. Ahora la única gloria que les aguardaba era un buen puñado de petrodólares para cerrar el año, aunque Alcaraz cogía un avión para regresar inmediatamente a Murcia, donde este jueves participará en otra exhibición, la Copa Carlos Alcaraz, organizada por la Comunidad Autónoma y la Federación de Tenis de la Región de Murcia. Será por la tarde en el Palacio de los Deportes ante Roberto Bautista.

Fichan a Cristiano Ronaldo... y a Messi

Si 2022 fue el año de Qatar, con la celebración del Mundial en pleno mes de noviembre, lo que alteró el calendario futbolístico internacional sin que la comunidad internacional hiciera un solo reproche, 2023 ha sido el año de Arabia Saudí. El país que preside Mohamed bin Salman comenzó su campaña de sportwashing (la utilización del deporte para lavar su imagen) con otro fichaje mediático que impactó al mundo futbolístico: el de Cristiano Ronaldo. El pasado 30 de diciembre, el delantero portugués anunciaba su fichaje por el Al Nassr, convirtiéndose en el primer fichaje estrella de la liga saudí, cobrando más de 200 millones de euros.  

Detrás de Cristiano la Saudi Pro League enroló a Neymar, Benzema, Carrasco, Bono, Laporte, Malcom, Milinkovic Savic, Rubén Neves, Koulibaly, Mitrovic, Kanté... Más de mil millones gastados para convertir su liga de fútbol en un foco mediático plagada de jugadores veteranos, y no tanto, procedentes de los equipos de más renombre de la vieja Europa. Una maniobra estratégica coronada con la designación de Lionel Messi como "embajador turístico" de Arabia Saudí, labor por la que el futbolista argentino, que prefirió irse a Miami a jugar a la MLS, firmando un contrato más que atractivo. 

Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez y algunos de sus hijos.

Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez y algunos de sus hijos. / Reuters

Según desveló el New York Times, Messi cobraría 1,8 millones de euros por pasar unas vacaciones familiares al año de cinco días, o dos vacaciones anuales de tres días cada una. Los gastos y el alojamiento correrían a cargo del gobierno para Messi y el futbolista podría invitar a un máximo de 20 personas entre familiares y amigos. Otros 1,8 millones por promocionar Arabia Saudí en sus cuentas de las redes sociales 10 veces al año. Una tercera entrega de 1,8 millones por participar en una campaña turística anual, como la que protagonizó en noviembre con un vídeo paseando en el desierto. Y así hasta completar 22,5 millones de euros que le convierten en el rostro de Arabia Saudí, pese a no jugar en su liga. 

La maniobra de FIFA para 'ayudar' a Arabia

Reclutados Jon Rahm, Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, el siguiente desafío de Arabia Saudí era emular a sus vecinos cataríes y organizar un Mundial de fútbol. Algo que lograron con un movimiento muy particular de la FIFA. Después de conocerse que el Mundial 2030 iba a ser organizado por una candidatura que incluía a España, Portugal y Marruecos, desde FIFA se alentó una fórmula tan particular como sospechosa al incluir en el mismo partidos inaugurales en Uruguay, Argentina y Chile, para conmemorar los 100 del primer Mundial en tierra uruguayas. Con este movimiento incluían a Sudamérica, además de a Europa y a África, como continentes organizados del Mundial 2030. Y como los Mundiales nunca repiten continente y se venía en 2026 de Estados Unidos, México y Canadá, solo restaba Asia por posicionarse. Y ahí apareció Arabia Saudí, consciente de que no tendría rival porque desde Oceanía no había interés alguno en organizar la Copa del Mundo. Así que en 2034 la pelota volverá a rodar por el desierto, asegurando además a los saudíes una proyección mínima de una década de exposición mundial en el escaparate del deporte mundial. 

Rally Dakar: novena etapa.

Rally Dakar: novena etapa. / Dakar

A esto se suma que el próximo miércoles 7 de enero echará a rodar en Riad en la Supercopa de España. El expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales, con la intermediación de Gerard Piqué, firmó en 2019 un contrato de 240 millones para celebrar allí la Supercopa durante seis años. Así que Real Madrid, Barcelona, Atlético y Osasuna se medirán en busca de la Supercopa a más de 6000 kilómetros de sus aficiones. También en 2023 Arabia Saudí desembarcó en la Premier, comprando el Newcastle a través del fondo saudita PIF. Emulando así al gobierno qatarí, que había comprado el PSG en 2011, o como el Abu Dhabi United Group for Development and Investment, grupo inversor de Emiratos Árabes Unidos (EAU), con Sulaiman Al-Fahim como parte visible del grupo, y con Mansour bin Zayed Al-Nahyan como máximo accionista, compraban el Manchester City en 2008. Un modelo ya inventado que se limitaron a replicar.

Y a eso se suman el 'alquiler' de otros grandes eventos como el rally Dakar, que este 2024 vive su cuadragésima sexta edición. Se llevará a cabo desde el 5 hasta el 19 de enero de 2024, y por quinto año consecutivo se celebrará en Arabia Saudí. O el circuito mundial de pádel que montaron, el Premier Pádel, que provocó una estampida desde el World Pádel Tour de jugadores hacia el torneo que financian saudíes y cataríes. Gastar millones de dólares en el blanqueo deportivo sigue saliendo barato.