La marea amarilla pasa del éxtasis a la depresión con el Granca

La marea amarilla, impulsada por una quedada del club, anima al equipo en el bar The Captain

En dos horas y media, la afición pasa por estados emocionales extremos

Así vivieron en el bar The Captain 13, de Eulis Báez, la eliminación del Granca de la Copa del Rey

H. U. D.

La cita del Dreamland Gran Canaria en el Pabellón Martín Carpena de Málaga frente al ValenciaBasket era especial. Una disputa en la que los amarillos llegaban siendo cabeza de serie con su mejor dato histórico de victorias ligueras. Noche marcada en el calendario en el que la marea amarilla tenía un plan con su pasión. Entre ellos estaban los que pudieron desplazarse a tierras andaluzas, pero también los que por diferentes motivos alentarían al equipo desde la Isla. Una quedada que lanzó el club claretiano a través de sus redes sociales fue suficiente para reunir en el Bar The Captain 13 a 95 incondicionales.

Eulis Báez, el dueño del establecimiento y ex capitán del Granca fue uno de los motivos por los que Francis Ropero, junto a su hijo Gerard y su mujer Raiza se hicieron hinchas del equipo. Francis, natural de Mallorca y Raiza, de República Dominicana, siempre han estado muy vinculados al baloncesto. Hace dos años, cuando por motivos laborales llegaron a la isla y vieron la relación de Eulis con el equipo de la tierra, no dudaron en empezar a animar a los amarillos. «Nos enamoró el equipo, pero sobre todo la relación que tenía Eulis con él», aseveran. Su momento más feliz, como no, proclamarse campeones de la Eurocup, y su debut, que no olvidarán jamás, fue ganando al Barça en el pabellón.

Casi un centenar de hinchas se reúnen en el local de Eulis Báez, homenajeado en el Martín Carpena

Ana, Borja, Javier y Chema también se reunieron en The Captain para vivir los cuartos. Son entrenadores de la cantera del Granca y aficionados al basket desde que estaban en el colegio, donde tinen sus primeros recuerdos con el balón naranja. El ambiente de respeto es una de las cuestiones por las que los cuatro amigos se decantan por esta pasión, que alimentan desde la infancia. «A los pequeños les decimos siempre que lo más importante es divertirse, eso es lo que más les va a ayudar para un futuro», dicen.

Emoción a flor de piel

Entre gritos, manos a la cabeza, nervios y un sinfín de emociones, el bar de Eulis lució un ambiente que reflejó el compromiso de la marea amarilla. Una quedada que reunió a veteranos con niños, pendientes de la adrenalina de una prórroga con aroma a funeral. Davinia Martín y Josefa Arroyo llevan a su espalda una bonita historia. A día de hoy se definen como «familia», pero lo cierto es que se conocieron en el año 2015, cuando coincidieron en la misma grada del pabellón. A partir de entonces, la relación es de hormigón armado hasta el punto en el que todos los partidos, en la medida de lo posible, lo ven fundidos en un abrazo eterno. «El Granca es el mejor sentimiento que nos podría unir, es el equipo de la tierra y el orgullo de los canarios», dicen felices.

En el triple de Nico Brussino que fuerza la prórroga, la locura se desata entre los asistentes

Después de tantos años, guardan muchos recuerdos, pero el que custodian con más cariño, al igual que la mayor parte de los aficionados, es haber ganado la Eurocup. Habituales en el establecimiento, aseguran que es el mejor lugar en el que reunirse en día así. Lástima el final de una contienda agónica.

El Granca también unió a Alma Enfedaque y Fernando Molero, que asegura que son rivales en todos los deportes, menos en éste. Un sentimiento que ambos comparten y les lleva a una felicidad extrema. Lo mismo pasa con Carlos y Santiago Osorio, que vivieron el partido sumergidos en un océano de emociones, en las que al final del partido solo pudieron decir: «No queremos saber nada». A los diez minutos se les pasó, y ya deseaban volver a alentar al escudo de su pecho. Una victoria que no pudo ser pero que dejó un buen sabor de boca. Devotos de un escudo. Prórroga, eliminación.