Por qué España es un país ideal para la escalada

En una charla con el presidente de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, Alberto Ayora, repasamos la prometedora situación de la escalada en España

Familia practicando escalada

Familia practicando escalada

La medalla de oro de Alberto Ginés en los JJOO de Tokio 2020 ha tenido un papel importante para la expansión de la escalada, pero es que España es un país ideal para este deporte porque tiene sol y tiene roca. Hay vías de mucha dificultad y de máximos niveles que atrae a profesionales de talla mundial. Existen iconos como el Naranjo de Bulnes o las paredes de Pirineos. España tiene multitud de atractivos”, trata de resumir Alberto Ayora (La Seu D’Urgell, Lérida, 1963), presidente de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), a la cuestión de por qué hay un auge de la escalada actualmente en España.

Alberto Ayora

Alberto Ayora / Redacción

El número de licencias en España de Deportes de Montaña y Escalada ha aumentado un 10% desde ese oro olímpico de Ginés. Es el quinto deporte con más licencias del país tras fútbol, baloncesto, caza y golf. “Aunque lo más representativo y lo que mejor explica este aumento de interés y practicantes es la cantidad de rocódromos que han surgido en los últimos años, razona Ayora. En 2018 había unos 150, en 2021 se pasó a 202 y en enero de este año ya se contaban 360…

Alberto Ayora, que además de ser el presidente de la FEDME es Coronel del Ejército en situación de reserva y responsable de expediciones del Grupo Militar de Alta Montaña 2024 y 2025, desde su posición añade otros motivos que ayudan a comprender este boom dentro de nuestras fronteras: “Todo parte de un componente genético que tenemos de nacimiento: trepar y subirte a cualquier sitio. La escalada te engancha rápidamente”. Además, desde un punto de vista psicológico, “la escalada es muy completa, te hace superar los miedos y tu nivel de dificultad. Y desde el punto de vista físico es muy completo porque trabajas tren superior, inferior, elasticidad, equilibrio…”. Y, como guinda a lo anteriormente dicho, todo viene acompañado por “la cada vez mayor presencia en televisión y en medios de la escalada”.

Nombres españoles a tener en cuenta para París 2024

Y es que, si España es país para la escalada, cómo no iba a ser país de escaladores. “A nivel competición es incuestionable porque tenemos al primer medallista olímpico masculino de la historia y muchos podios a nivel internacional tanto en Alberto Ginés -combo y dificultad-, como en velocidad con Erik Noya (subcampeón del mundo en 2021), Leslie Romero (campeona de la Copa de Europa de velocidad en 2023) y Carla Martínez (subcampeona de la Copa de Europa de velocidad en 2023). Y hay un futuro prometedor con mucha cantera”, como Geila Macià, que con 15 años apunta a figura mundial.

¿Se colgará alguno de ellos una medalla este verano en París 2024? “Siempre que estás en alta competición hay opciones. Lo más importante es estar bien preparado. Luego también influye que la fortuna te sonría, que las vías sean apropiadas a tus características, que tus rivales se pongan también más nerviosos… Son muchos factores”, explica con confianza Alberto Ayora, quien, en el caso concreto del actual oro olímpico, Alberto Ginés, le ve “muy bien ahora. Ha superado los baches más difíciles y eso no lo hace cualquiera y en tan poco tiempo”.

Detrás de todas estas expectativas existe un trabajo piramidal que va desde los clubes de montaña hasta la élite. “Desde las federaciones autonómicas se impulsan los centros de tecnificación, con programas de detección de talento que seleccionan deportistas de alto nivel. Es una labor desde abajo hacia arriba -del club de montaña hasta lo más alto, a nivel internacional-, por eso es fundamental contar con centros de tecnificación. Con el aumento del número de rocódromos es más sencillo dicha detección”, indica Ayora.

La calidad de las competiciones nacionales, otra clave

A partir de ahí, “continuamos la línea con la que entramos en la FEDME (2021) de apostar por la calidad realizando competiciones de máximo nivel, con entrenadores de alto nivel y la utilización de muchos recursos. Ello requiere de un esfuerzo económico importante, tener más presencia en medios de comunicación, crecer de la mano de potentes patrocinadores… Todo es también una consecuencia de tener un deporte que entra en un programa olímpico”. En definitiva, responder a la demanda -y la calidad de la misma- con la estructura pertinente para el mejor desarrollo posible.

El presidente de la FEDME, maño de adopción, -aunque nació en La Seu D’Urgell vivió en Zaragoza desde que tenía un año- reside en Jaca y desde allí se desplaza por toda la geografía española casi a diario para atender esta creciente demanda de su deporte. Esta actual ocupación es una de las ascensiones más complejas en las que ha participado a lo largo de su dilatada relación con la montaña y la escalada, aunque si se tiene que quedar con alguna es con la que conquistó hace unas décadas en una expedición con ‘Al filo de lo Imposible’ y el Grupo Militar de Alta Montaña: “El pilar oeste del Makalu. Es una pared de referencia, con muy poquitas ascensiones que requiere un compromiso brutal. Una línea emblemática. Conforme vas ascendiendo vas encontrando más dificultados, con altitudes cercanas a los 7.000 metros”.

De la misma manera que él y su equipo se prepararon y equiparon el Makalu de la mejor forma posible para aquella ocasión, ahora trata de hacer lo mismo con la escalada y los deportes de montaña en nuestro país: ‘equipar’ a España lo mejor posible para que el ascenso y crecimiento de estas disciplinas lleguen hasta lo más alto.

*El Coronel Alberto Ayora Hirsch ha participado en numerosas expediciones internacionales en Pirineos, Atlas, Alpes, Alpes de Nueva Zelanda, Andes, Pamir, Karakorum (GI y GII), Himalaya (Manaslu y Makalu), Groenlandia, Patagonia y en los Campos de Hielo. Destaca su contribución a las colaboraciones que el Grupo Militar de Alta Montaña realiza con la ONCE, donde ha guiado a cimas como el Kilimanjaro, el Elbrus en el Cáucaso o el Cotopaxi -Andes ecuatorianos-, a personal con diversas discapacidades y minusvalías. Además, es autor del libro ‘Gestión del Riesgo en Montaña y en actividades al aire libre’.