Cualquier fiesta canaria que se precie suele tener como ingrediente básico una serie de aperitivos de esos imprescindibles. En el hall del teatro Rialto de Madrid no podía faltar unas buenas raciones de papas arrugadas con mojo, más y menos picón. También había queso majorero, destacando el maxorata semicurado con pimentón que tan buena puntuación alcanzó en la última feria Gourmet y para que el personal no se enyugue distintos vinos de la tierra y cerveza canaria. Todo un éxito, sólo había que mirar la manera en la que todos devoraban estos bocados. El encargado de preparar estos platos fue el responsable de la firma 7Delicatessen, Edgar Sabina, un joven empresario tinerfeño con un puesto fijo en el Mercado de San Antón.
A la hora de saber de dónde habían venido aquellas papas tan ricas, apareció la sorpresa: en la maleta del senador por Fuerteventura, Claudio Gutiérrez. Nada menos que logró meter 12 kilos de papas y otros tantos de tollos, que lamentablemente no dio tiempo de preparar. Si en aquel hall del Rialto además de las habituales papas arrugadas aparecen raciones consistentes de tollos con mojo, la gente se desmaya de puro placer gastronómico.
Entre media sonrisa, el senador no dudó en contar su periplo, esa forma y manera en la que llenó su maleta con esos productos de la tierra, para que una vez más Fuerteventura pudiera dar además de cultura musical, esa otra cultura gastronómica que tanto se agradece lejos de casa.
La cola delante de los puestos de comida se alargó hasta que se acabó el `equipaje´ del senador por Fuerteventura. Sólo el anuncio por megafonía de que empezaba el concierto y era recomendable entrar a ocupar sus asientos hizo que el público abandonara este hall con aromas a queso y mojo. Qué pena que no hubiera tollos.
