Aunque se licenció en Psicología, Gorka Otxoa (Donosti, 1979) nunca ha ejercido como tal porque ha ido encadenando proyectos en el cine (Pagafantas, Lobos de Arga), la televisión (Vaya semanita, Velvet, Allí abajo, Diarios de la cuarentena) y el teatro (Los miércoles no existen, Juntos). Pero asegura que sus estudios le han servido mucho trabajando como actor, y más con un personaje como el que tiene en Paraíso, un hombre duro y violento que educa con mano de hierro a su hijastro.

¡Vaya personaje! Es muy distinto de lo que había hecho antes y está muy alejado de la comedia.

Sí, es un tío tan duro, tan seco, tan oscuro... Es muy distinto y, probablemente, el más alejado de mí de los que he hecho.

¿Eso fue lo que más le gustó?

Eso me gustó, pero es que la serie me fascinó. Me leí del tirón los guiones de toda la temporada, que son muy diferentes a lo que estamos acostumbrados a ver en la televisión española. Y me imaginaba la serie rodada por Fer [Fernando González Molina], que es la otra información importante que valoro de un proyecto.

Usted tenía 13 años en 1992. ¿La serie le ha servido para volver a su niñez?

Sí, me he visto muy identificado en los adolescentes protagonistas. Además, mi primer contacto con el audiovisual fue a través del tipo de cine y series de las que mama Paraíso: Verano azul, que la vi unas 80 veces, V, Los Goonies...

¿Le pareció interesante que estuviera ambientada en los 90?

Sí, es una etapa de la que no se ha hablado tanto y, para la actual generación que como yo tiene unos 40 años, fue una época importante porque se produjo el paso de su adolescencia a la madurez, algo que se vive de manera muy potente.

Volviendo a su personaje: es un hombre con el que nadie empatizará y que utiliza la violencia para educar.

Eso pasaba entonces y, desgraciadamente, todavía sigue existiendo, aunque quiero creer que en los 90 era algo más normal que ahora, estadísticamente hablando. Padres que creen que, para aprender las cosas y para comunicarse, es imprescindible ser agresivo a ratos.

¿Cree que la forma de tratar a su hijastro es la causa de que el chico sea el acosador de la clase?

Yo estudié Psicología y sé que la mayoría de maltratadores han sufrido lo mismo. A veces romper esa cadena es complicado. Su hijastro vive en un ambiente agresivo, es lo que aprende y lo traslada al colegio convirtiéndose en el malote de la clase. Por eso es tan importante el papel de los padres en la educación porque, para los chicos, la manera de comunicarse en casa es lo normal.

¿La Psicología era su plan B?

Me gustaban las dos cosas, así que por las mañanas estudiaba Psicología y, por las tardes, teatro. A los 18 años me llamaron para una serie de ETB, Goenkale, que estuvo más de 20 años en antena, en la que aprendí muchísimo. Me saqué la carrera pudiendo compaginar las dos cosas, aunque no me considero psicólogo porque luego hay que seguir formándose. Pero hacer esta carrera fue muy interesante para mi profesión de actor.

¿Le ha servido a la hora de abordar los personajes?

Me ha servido para entender los comportamientos del ser humano, sus maneras de comunicarse, de bloquear cosas... Las caretas que nos ponemos en la vida también se las ponen los personajes.

Para mucha gente será siempre el Pagafantas. ¿Le molesta?

En absoluto. Hacer algo que cale tanto como Pagafantas me parece un regalazo. Es un tipo de comedia que me gusta mucho, así que estaré eternamente agradecido a Borja Cobeaga por ofrecérmelo.

Usted fue uno de los afortunados que durante el confinamiento no dejó de trabajar gracias a Diarios de la cuarentena. En la serie de TVE-1 los intérpretes tenían que hacer un poco de todo...

Sacamos ese directorcillo pesado que todos los actores tenemos dentro. Yo también lo tengo. Fue un gozada hacerla. Teníamos un director y lo consultábamos todo con él, pero en los ensayos proponíamos mucho... Había que hacerlo, ya que nadie entró en nuestras casas a grabar.

¿Y no está en sus planes dirigir?

Todavía no he dirigido nada, pero tengo esa parte por ahí. Me gusta imaginarme no solo el personaje, sino cómo se viste, qué puede hacer... Es algo que he adquirido con la experiencia.

Ahora mismo está rodando otra serie, Un asunto privado, para Amazon Prime Video, en la que coincide con Aura Garrido y Jean Reno.

Llevamos siete meses rodando en Vigo. Está producida por Bambú [Velvet, Las chicas del cable]y ambientada en los años 40. Yo hago de un inspector muy correcto, pero al que la energía abrumadora del personaje de Aura le lleva a meterse en sus pesquisas para encontrar al asesino en serie. Es una serie con mucha aventura, acción, thriller e investigación.