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Belleza canaria

Transitar con corona la pasarela de la vida

La presentadora y modelo Sonsoles Artigas recuerda su experiencia como Miss España cuando se cumplen 35 años de su coronación | «Creo que esta sociedad tiene la piel muy fina; somos libres y podemos hacer lo que nos apetezca», responde a quienes critican los concursos de belleza

Sonsoles Artigas en una imagen actual. | JOSÉ BELTRÁN (@BELTRANBOOK )

«Lo recuerdo perfectamente y, también, cómo lloraba de emoción y casi más de agotamiento después de una semana extenuante de visitas, ensayos y pruebas infinitas, incluyendo el canto, que mi padre siempre bromeaba conmigo diciéndome: ‘Hija mía, si cantases bien serías la hostia’. Yo cantaba fatal», cuenta Sonsoles Artigas sobre la noche de 1987 en la que fue coronada Miss España en el transcurso de una gala celebrada en la localidad de Costa Teguise (Lanzarote) y de la que esta semana se cumplen 35 años. «Cuando terminé la entrevista con el jurado supe que había ganado el certamen pero tuve sentimientos encontrados y no quería ganar. De hecho», prosigue la comunicadora, especialista en protocolo y modelo ocasional, «en Miss Mundo y Miss Universo intenté pasar desapercibida; cosas de la juventud».

«La vida era otra, sin móvil ni redes sociales; era otra forma de vivir. Si hay torneos y concursos de atletismo, ajedrez, cocina, carreras de coches… ¿Por qué no pueden haber certámenes de belleza femenina y masculina?», reflexiona la presentadora del magazine de U.D. Radio Bienvenidos a bordo cuando se le pregunta si está de acuerdo con quienes critican ese tipo de competiciones. «A mí me empoderó totalmente; me mudé a Madrid con apenas 20 años y viajé por el mundo gracias a mi belleza y mis aptitudes como mujer: hablo varios idiomas y tengo estudios universitarios, es decir, soy una mujer preparada. Trabajaba mucho, disfrutada del tiempo libre y aprendí a estar sola y a cuidar a los buenos amigos. Creo que esta sociedad tiene la piel muy fina y ya todo es cuestionable; somos libres y podemos hacer lo que nos apetezca».

«Cuando terminé la entrevista con el jurado supe que había ganado el certamen pero tuve sentimientos encontrados y no quería ganar», dice

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Este bellezón que nace en Barcelona pero se crió en Canarias empieza a desfilar «en el colegio», dice, y continuó haciéndolo para las clientas de la boutique de su madre. «Fue ella quien me animó a dedicarme a la moda y presentarme a los certámenes de belleza. Soy una mujer muy sincera», reconoce Artigas, «y la verdad es que aquel era el sueño de mi madre pero gracias a ella mi vida y mi destino cambiaron porque creyó en mí. Al principio fue complicado debido a las críticas y las opiniones gratuitas que recibí. Sin embargo, con los años he aprendido a disfrutar de todo esto y eso sigo haciendo. Siempre agradezco cada día lo que he vivido y las oportunidades que aún hoy me siguen ofreciendo por haber sido Miss España como, por ejemplo, continuar ligada al ámbito de la comunicación».

«Mi favorita era Miss Barcelona y yo la suya», confiesa Sonsoles Artigas sobre sus preferencias para vencer en el concurso que acabaría ganando ella. «Luego coincidimos en distintas pasarelas; recuerdo una muy emotiva, en la Fashion Week de Nueva York, desfilando las dos para la firma Custo», dice esta mujer que tanto en los certámenes de Miss Las Palmas y Miss España, donde se alzó como ganadora, y posteriormente en Miss Mundo, fue distinguida con el título de Miss Elegancia.

Sobre las puertas profesionales que le abrió su coronación como Miss España, Artigas cuenta que «en mi segunda vuelta a Madrid, después de vivir unos años en Milán, comencé a recoger los éxitos trabajando con los mejores profesionales de este país como Ana Rosa Quintana, Isabel Gemio o Matías Prats, sin olvidar mi trabajo en el programa La Guagua, el programa más visto y con la mejor audiencia de toda la historia de la Televisión Canaria», afirma antes de anunciar que en breve volverá a la tele. Cuenta que, además, está recopilando «fotos y cartas de mi vida profesional que nunca he mostrado y las plasmaré en un libro. Pero todo a su debido tiempo, no tengo prisa».

«He vivido privilegios como ir a la playa en helicóptero en Filipinas, estar en fiestas y palacios o ser recibida por las autoridades en los aeropuertos», cuenta

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Volviendo al periodo de su vida en que ejerció de bella oficial del país, asegura haber vivido momentos únicos, verdaderos privilegios como «ir a la playa en helicóptero en Filipinas, estar en fiestas y palacios o ser recibida a pie de escalerilla por las autoridades en casi todos los aeropuertos. Tengo muchas horas de vuelo y experiencias que muchas personas no tendrán en toda su vida, me quedo con eso», dice, después de reconocer, cuando se le habla sobre los abusos que algunas misses denuncian haber sufrido en los certámenes de belleza, «si sigo recordando este sueño es porque jamás he tenido un problema de esa índole en los certámenes en que he participado; donde, si he tenido momentos incómodos ha sido en mi vida cotidiana… En mi caso tuve suerte, aunque nunca fui consciente de que eso ocurría, al menos en mi entorno», confiesa esta catalana, canaria de corazón, que ostenta el título de marquesa de Sóller «por herencia paterna», según asegura.

Como no podría ser de otro modo, la entrevista casi acaba con un recuerdo a la isla de Lanzarote, donde la joven Artigas —«sigo siendo aquella misma chica que sólo quiere que la quieran, como decían en una película», confiesa cuando se le pregunta si ha cambiado mucho en estas tres décadas y media— se convirtió en un personaje público a nivel nacional. «Visito Costa Teguise con frecuencia; es un lugar mágico que tiene un significado especial para mí. De hecho estoy preparando con mi equipo una exposición con los vestidos diseñados por canarios para los certámenes en el lugar que me coronó la más guapa de este país», concluye.

Una reina entre volcanes

Un día como el de hoy pero de hace 35 años, concretamente un viernes víspera de la gala final del concurso celebrado en Costa Teguise (Lanzarote) el 17 de octubre de 1987, las candidatas a Miss España posaban para los medios de comunicación en bañador en las Montaña del Fuego, en el Parque Nacional de Timanfaya, dentro de las acciones que buscaban publicitar através de las candidatas el destino lanzaroteño. Arriba, una jovencísima Sonsoles Artigas ya coronada como Miss España, con banda y capa.

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