Conejitos medievales violentos

Conejitos medievales violentos

Conejitos medievales violentos / LP/DLP

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

Sorprende ver en los manuscritos del siglo XII al XIII a conejos mostrando actitudes violentas. Actualmente estos animales se han convertido en las tiernas mascotas de muchas casas, pero antaño no fueron tan amados. Los conejos en la Antigüedad fueron asociados con Eros y Afrodita, posiblemente por su alta fecundidad, relación perduró hasta el Renacimiento. El simbolismo del conejo y la liebre ha variado enormemente y ha sido positivo o negativo, dependiendo de lo que se buscara comunicar.

Durante la Edad Media, los conejos aparecieron en los márgenes de números manuscritos iluminados. Antes de la invención de la imprenta, eran ilustrados a mano y los más comunes iban armados con espadas, arcos o hachas y luchaban contra perros y humanos, aquellos que los solían cazar. Así se pueden apreciar escenas en las que varios conejos dan caza a un sabueso y lo arrastran hasta la horca o un solo conejo atravesando el cuello de un cazador mientras otros dos compañeros peludos apalean a otro hombre y lo despellejan.

Estas imágenes se conocían como «drolleries», es decir, bromas. En el medievo tenían un humor bastante distinto al actual. Básicamente cogían escenas de su realidad y las invertían para satirizar su vida cotidiana, algo similar a un mundo al revés.

Mediante estas parodias pretendían revelarse sutilmente contra las normas culturales y no sorprende verlos desollando vivo a cualquier señor feudal o caballero que se les pusiera por delante. Sin embargo, muchas de estas burlas no eran vox populi, ya que solo unos pocos afortunados (y adinerados) tenían acceso a los libros. Burlarse del estamento religioso y político estaba exclusivamente reservado para la gente con dinero. El conejo, además, representaba la pureza en el arte medieval, por eso resultaba tan gracioso para ellos verlos en actitudes violentas.

Sin embargo, para el cristianismo los conejos también tenían otro tipo de connotación ya que representaban la promiscuidad. Eran muchos los que creían que los torneos y la caza propiciaban la violencia y la sexualidad desmedida.

Un ejemplo es el Manuscrito Heege que se cree que pudo escribir un trovador en torno a 1480. El escrito es de contenido burlesco y se titula La caza de la liebre. Es un poema sobre campesinos lleno de bromas absurdas y muestra a los conejos y las liebres como criaturas malditas.

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