El nuevo método para calcular la revalorización de las pensiones esbozado el jueves por el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez-Latorre, supone un incremento para el global de los perceptores canarios de 14,2 millones de euros. Jiménez-Latorre expuso como posibilidad -la decisión definitiva se adoptará en noviembre- referir la revisión al índice de precios de consumo armonizados a impuestos constantes (IPCA-IC), que cerró septiembre en el 1,4%. Hasta el momento, era el índice de precios de consumo (IPC) el indicador de referencia. Este medidor de la inflación acabó el noveno mes del año en el 3,4% interanual, lo que arrojaría una subida del gasto en pensiones en el Archipiélago de 73,7 millones de euros. La diferencia entre el cálculo realizado con uno y otro parámetro arroja una diferencia negativa de 59,5 millones de euros.

El Gobierno central ha repetido hasta la saciedad que su principal misión es cumplir el objetivo de déficit que marca Bruselas. El sistema nacional de pensiones español se perfila como firme candidato a recibir en próximos meses la visita de la tijera. Solo la agenda política inminente-elecciones gallegas, vascas y catalanas- lo mantiene ahora mismo bajo protección. A pesar de que la Ley de Seguridad Social obliga a compensar a los pensionistas en proporción a la subida anual de los precios, cada vez parece más claro que el Ejecutivo central no podrá atender ese incremento del gasto, que en el conjunto del Estado se elevaría hasta los 2.400 millones de euros.

Eso contando con el IPC del mes de septiembre. En realidad habría que esperar hasta conocer el dato de noviembre, el que marca el tipo al que se revisan las pensiones. Según todos los analistas, la inflación seguirá creciendo. Es decir, la cifra real se situaría por encima de esos 2.400 millones de euros.

La pensión media en las Islas se cifró en 755,2 euros durante el pasado año. Tomando como referencia esa cantidad y ajustándola a la subida del IPC, el beneficiario recibiría en enero una paga única de 126,8 euros como consecuencia de la desviación entre la inflación prevista para el Gobierno este año -1,6%- y el 3,4% ya alcanzado. Además, cada mes percibiría 9,8 euros más por la previsión del incremento del IPC para 2013 (1,3%).

Si se aplica en cambio el IPCA-IC, tal y como parece pretender el Gobierno de Mariano Rajoy, la paga única en enero se quedaría en solo 9 euros. Mientras, la subida mensual sería de 3,7 euros.

La nueva pérdida de poder adquisitivo, en este caso de la población pensionista, parece servida y el ahorro para las arcas del Estado también. El Gobierno español persigue recuperar la confianza de sus socios europeos, países donde la cobertura por jubilación es sensiblemente menor que la española y en la que los planes privados de pensiones tienen mucho mayor arraigo. En una palabra, países que no ven con buenos ojos el gasto de España en materia de pensiones. Sobre todo cuando han suavizado los plazos para la consecución de los objetivos y parece que tampoco en ese caso van a poder cumplirse.

En las Islas el gasto en pensiones ha crecido 688 millones de euros en los últimos siete años. De los 1.693,8 millones abonados en 2005, se pasó a los 2.381,8 de 2011. El envejecimiento de la población tiene buena parte de culpa. Así, el pasado año se cerró con 260.865 perceptores de pensiones contributivas, 39.054 más que seis años antes. Mientras, los perceptores de pensiones no contributivas se ha mantenido estable en torno a los 42.150.