Jornadas sin fin, salarios ínfimos, horas extras sin remunerar, trabajos subcontratados y un riesgo creciente para la integridad física. Esta es la lista de quejas y experiencias que un grupo de manifestantes intercambió en la Plaza de San Telmo antes de que la cabecera de la manifestación del Primero de Mayo iniciará su marcha en las Palmas de Gran Canaria. "La gente tiene muchísimo miedo en los centros de trabajo", valoró Gustavo Santana, secretario general de UGT en Canarias, pendiente de la conversación. "La gente tiene miedo a perder su trabajo, a perder su vivienda, a no poder llevar un sustento a su familia y ese temor es utilizado por muchas empresas para obtener un beneficio económico. Y esto es muy peligroso", añadió.

Cuando se cumplen 125 años de los disturbios de Haymarket, en el Chicago de 1886 -que culminaron en la conquista de la jornada laboral de ocho horas y el inicio del movimiento obrero-, apenas unas 3.000 personas, según la Policía local y 5.000 para los sindicatos , tomaron parte ayer en la manifestación de la capital grancanaria (la Policía nacional lo cifra en 1.500 para la ciudad y 3.300 para todo el Archipiélago). La unión de los sindicatos se materializó bajo un lema. "Por el derecho a la huelga y la libertad sindical", rezaba la pancarta principal. Tras ésta marcharon representantes de UGT, CC OO, FSOC, Intersindical, Cobas y Convergencia Sindical Canaria. Pero, la mayoría de reivindicaciones de los asistentes y sindicalistas giraron en torno a la precariedad laboral. Los sindicatos exigen un empleo de calidad y digno con el final de la crisis.

"Nos jugamos mucho en estos años porque hemos perdido muchos derechos", aseguró Pino Velasco, de la federación de Construcción y Servicios de Comisiones Obreras. "Son conquistas que han costado mucho ganar, por eso duele ver que no se valoren", apunta Iñaki Churruca, de 76 años de edad y trabajador desde los 12. "Al final todo se reduce a tener unas necesidades básicas cubiertas", simplificó Domingo González, junto a sus hijos.

De esta manera, entre consignas, la Internacional y el sonido de las chácaras canarias, se impusieron ayer lemas como: "No hay otra manera, con la patronal o con la clase obrera"; "Contra el capital, lucha obrera y sindical"; o "Se va a acabar, se va a acabar la dictadura empresarial". También predominaron carteles como el que sencillamente exponía: "Trabajo, techo y pan". Por eso fueron la reforma laboral de 2012, elRégimen Económico y Fiscal y la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como ley mordaza, las que estuvieron en el centro de la diana. "El REFfue aprobado a escondidas de los sindicatos, es continuista y beneficia a las fortunas y no ha introducido ningún elemento para fortalecer el empleo digno y de calidad", denunció Santana.

"Cualquier indicador respecto a canarias implica un retroceso", apuntó Fernando Pellicer que pedía la derogación de la Lomce. "La tasa de desempleo, los salarios, la exclusión social, los índices de pobreza, los desahucios, el fracaso escolar...", enumeró. "Estamos en el furgón de cola del Estado y hace falta una transformación profunda del modelo político, social y económico y es hora de que la ciudadanía reivindique sus derechos", proclamó este portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Educación (STEC).

Además, a 24 días de la cita con las urnas, la clave electoral estuvo muy presente. "Queremos el compromiso de los políticos por un empleo digno, que sea decente y no precario, de ocho horas e indefinido. Nos parece que la política económica tiene que dar un viraje y centrarse en las personas como elemento fundamenta", reclamó Antonio Pérez, coordinador de la dirección provisional de CC OO.

Además de las pancartas de los sindicatos, varios colectivos exhibieron sus reivindicación, como los empleados en huelga del 112, las empresas subcontratadas por Movistar, los de la Cadena Riu o Valora.

Entre todos, fue Aisha Hernández Rodríguez la que más apoyo recibió. Esta joven fue condenada a cuatro meses de prisión por realizar una pintada en el antiguo barrio de El Polvorín. Solo escribió una frase. "Más del 75% del paro juvenil, cifra real en Canarias", denunciaba. "La Policía me agredió y me acusaron de resistencia a la autoridad cuando es falso", se defendió. Ahora espera un indulto que han solicitado 49 organización sociales, sindicales y políticas.

División de los sindicatos de Lanzarote y Fuerteventura

La unidad sindical parece una quimera en Lanzarote y Fuerteventura donde la escasa participación fue la tónica general. En Arrecife, los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, celebraron un año más por separado los actos del Primero de Mayo en Lanzarote. CCOO participó en una concentración que tuvo lugar en la Calle Real a la que acudieron unos sesenta participantes, según datos de la Delegación del Gobierno en Canarias. En esa convocatoria estuvieron también representantes del Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC) y de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Por su parte, UGT conmemoró en solitario el Día Internacional del Trabajo el pasado jueves con la entrega de sus galardones en el salón de actos del edificio de los sindicatos, en Arrecife. Los reconocimientos, que llevan el nombre de Miguel Barrios Miralles, se otorgaron al comité de empresa del Ayuntamiento de Arrecife y a Miguel González García, miembro del comité de empresa de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo. En Fuerteventura UGT optó por un acto en la Casa de la Cultura de Gran Tarajal y CCOO realizó una concentración en la calle peatonal Primero de Mayo, en Puerto del Rosario.