El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha reconocido cierta preocupación por las consecuencias que podría tener en las Islas la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el llamado Brexit. El posible adiós del Reino Unido de la liga comunitaria no es tan fiero como lo pintan, cuando menos no desde la perspectiva de los intereses del Archipiélago. No en vano, la región podría tener más problemas por una repentina devaluación de la libra que por la eventual salida de a UE.

"Ahora estamos preocupados por si Gran Bretaña sale de la Unión y por los efectos que podría tener", expuso Clavijo durante la visita que realizó el hizo al plató de La noche en 24 horas" de TVE Internacional. Sin embargo, la inquietud del dirigente autonómico no pasará a mayores siempre que el Brexit, que por otra parte no prevén las encuestas, no implique una ruptura radical o la pérdida de valor de la libra esterlina. En consecuencia, y sea cual sea el resultado del referéndum del 23 de junio, la situación política de las islas británicas afectaría "poco" a Canarias, y aún menos al motor de su economía: el turismo.

Fortaleza de la libra

Así lo considera el economista Fernando Redondo, presidente del Consejo Económico y Social (CES), quien pone énfasis en que pase lo que pase, es decir, "esté dentro o fuera", el Reino Unido "va a seguir teniendo una moneda fuerte". Redondo explica que la hipotética salida de la UE no ha de traer consigo el fin de los acuerdos de cooperación en el marco del espacio Schengen, es más, "querrán seguir en Schengen", avanza el experto. En definitiva, el máximo representante del CES puntualiza que para que se den problemas que toquen directa o indirectamente al Archipiélago tendría que producirse una ruptura total: "Si rompiera lazos, pues sí". Sea como sea, Redondo no contempla este escenario. "En cualquier caso, tanto en el caso del 'sí' como en el del 'no', el tema va a seguir abierto, la discusión va a continuar, porque el referéndum solo será un punto y aparte, no un punto y final".

Tampoco el economista José Miguel González da muchas posibilidades a los partidarios del "sí" al Brexit, pero aunque la propuesta prosperase, no cree que su "impacto" en el motor de la economía de las Islas fuese extraordinario. Distinto sería, en coincidencia con la línea argumental de Fernando Redondo, que la situación desembocase en problemas geopolíticos "de mayor calado", en un "marasmo" que paralizara las relaciones y que, entonces sí, tendría consecuencias más difícilmente predecibles, también para el Archipiélago. González incluso apunta que si la coyuntura concluyera en la devaluación del euro, es decir, si la despedida del Reino Unido arrastrara la moneda comunitaria, los países y regiones netamente exportadores resultarían beneficiados, pues sus mercancías serían más atractivas. Esta posibilidad, sin embargo, no es factible en el caso de Canarias, cuya economía es eminentemente importadora.