Canarias recibió entre enero y mayo 538.200 turistas extranjeros más que en los cinco primeros meses de 2015. Los 5,43 millones de visitantes foráneos llegados suponen un nuevo récord para la ya amplísima colección del negocio alojativo.
Nada cambia sino para crear más problemas a los destinos competidores de las Islas. Véase el atentado del pasado martes en el aeropuerto de Estambul. Solo las consecuencias del brexit ponen un punto de incertidumbre en la principal actividad de la economía canaria. La devaluación de la libra es el principal temor al que se enfrenta el sector. Si los británicos tienen que poner más billetes sobre el mostrador de la agencia de viajes para trasladarse a las Islas, antes o después el principal mercado para el turismo canario se resentirá.
Los analistas estiman que la robustez de la moneda del Reino Unido evitará grandes dramas y en el Archipiélago se espera que tengan razón. Sobre todo porque según señala la Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) del pasado mes, el 42,2% del contingente total de clientes llegados desde más allá de nuestras fronteras, procedía de Inglaterra, Gales, Escocia o Irlanda del Norte.
Fue el mercado que más aportó al resultado de las empresas del sector alojativo de las Islas, con un total de 379.325 clientes, casi el doble que los 204.045 alemanes que arribaron a alguno de los ocho aeropuertos canarios y que hicieron del germano el segundo mercado más importante (22,7% del total de los llegados).
El total de viajeros extranjeros que se decantaron en el quinto mes del año por las Islas como lugar para su descanso ascendió a 898.875, otra plusmarca, que supone un avance del 9,5% frente al mes de mayo del pasado año.
El ritmo de crecimiento que disfruta el sector y las previsiones de reservas para el verano desvelan, antes de que se cubra la primera mitad del año, que en este ejercicio de nuevo las Islas superarán los 13 millones de clientes y con más suficiencia aún que el pasado año, en el que llegaron 13,3 millones.
Las previsiones hoteleras para el verano son de crecimiento en todos los parámetros, incluido también el mercado nacional, que no parece afectado por la inestabilidad política, si bien los empresarios estiman que la falta de Gobierno supone un coste de oportunidad que han de asumir.
