Canarias y Costa Rica instan a Bruselas a aclarar el mecanismo de estabilización del banano incluido en los acuerdos comerciales con los países de Centroamérica y con los países andinos de Colombia, Ecuador y Perú para proteger al plátano europeo. El ministro de Comercio Exterior costarricense, Alexander Mora, aseguró ayer que su país y el Archipiélago trabajan de manera conjunta para "dar certeza" a los productores, de forma que tengan claras las reglas del juego y puedan tomar decisiones de inversión que es, a su juicio, "lo que más les importa".

La semana pasada la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias denunció que las importaciones de banana de países como Perú, Guatemala o Nicaragua superan los límites establecidos por la Unión Europea (UE) y siguen creciendo como consecuencia de la reducción de los aranceles concedidos a los productores de América y África sin que el mecanismo de defensa de las producciones comunitarias haya sido aplicado desde su establecimiento. Es decir, que las cláusula de salvaguardia que permiten a la UE suspender las preferencias arancelarias en caso de que se supere el umbral de compras estipulado no se han puesto en marcha. Una situación, además, que también ha sido criticada por el Gobierno canario.

Al no poder exceder de tres meses ni extenderse más allá del final del año la suspensión temporal del arancel aduanero preferencial, siendo ésta una potestad facultativa de Bruselas, tanto el Ejecutivo regional como los representantes de Costa Rica destacaron la necesidad de que la UE precise sus reglas de observancia.

Mora, tras reunirse con el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, y el presidente del Ejecutivo, Fernando Clavijo, esgrimió que la preocupación por esos mecanismos "es compartida" al tiempo que se mostró sorprendido por el modelo "socializado y colaborativo" de producción que existe en Canarias.