Estar a 79 kilómetros no se puede considerar periferia, pero la presidenta del Govern de Baleares, Francina Armengol solicitó a la Unión Europea equiparar las condiciones del archipiélago mediterráneo a las de las Regiones Ultraperiféricas (RUP), entre las que se encuentra Canarias, porque cuentan "con un trato preferencial". Desde el punto de vista jurídico, esta reclamación es casi imposible de materializar, según explica Lucas Pérez, director de Relaciones con la Unión Europea (UE) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y secretario canario del Movimiento Europeo, porque Baleares no cumple con las características de las RUP recogidas en el Tratado sobre el Funcionamiento de la UE.
Lo que singulariza a las RUP frente a otras regiones europeas con dificultades específicas, como las insulares o montañosas, es que sus territorios se enfrentan simultáneamente a la gran lejanía, a la insularidad, a la reducida superficie, a la compleja orografía y a la dependencia económica de un reducido número de productos. Dificultades combinadas que lastran su desarrollo socioeconómico.
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna, José Ángel Rodríguez, considera que Baleares puede cumplir algunos condicionantes y acceder a algunas ayudas porque padece los costes de la insularidad, pero en un grado mucho menor que Canarias, que se sitúa a 1.400 kilómetros de la costa peninsular y a más de 3.500 de la conocida como banana azul europea, que abarca las ciudades más ricas del continente. La lejanía es un concepto geográfico, no propiamente económico, pero Rodríguez sostiene que ha servido políticamente para establecer estatus y otorgar ventajas.
El catedrático considera que el archipiélago mediterráneo está cerca de lo que geográficamente se llaman islas adyacentes al continente. "Se debería tener en cuenta la idea de distancia crítica, aquella que se marca el umbral en el que empiezan a subir los costes de conectividad y esos efectos pasan factura", explica Rodríguez.
Baleares, para lograr las mismas condiciones que Canarias, tendría que negociar directamente con la Unión Europea y justificar que el archipiélago cumple con los requisitos para incrementar el importe de las ayudas procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) -del que Canarias recibió 1.800 millones y Baleares 267- o formar parte de las RUP. Pérez afirma que jurídicamente es muy complicado que Baleares consiga el mismo trato que da la UE a Canarias porque muchas de las medidas que han sido negociadas por Canarias modifican el régimen jurídico de la comunidad autónoma". Por esto, sugiere el archipiélago mediterráneo debería centrarse en políticas regionales que estén en funcionamiento e intentar que la UE sea más sensible con las regiones que viven en ese ámbito marítimo, teniendo en cuenta a otros territorios europeos con características similares como Córcega, Cerdeña, Creta o Irlanda, ya que si de logran unirse tendrá más capacidad para influir.
A la hora de designar ayudas, apunta Pérez, también habría que tener en cuenta que Baleares está en el pelotón de cabeza de las comunidades autónomas españolas en indicadores de bienestar económico y renta per cápita. El PIB nominal por habitante de Baleares es de 25.772 euros -la séptima más alta de España- y Canarias 20.425 euros -la sexta por la cola-; y la tasa de paro balear es del 10,91% -la cuarta más baja del país-, mientras que canaria es del 19,99% -la quinta más alta-.
Traspaso de la presidencia RUP
Hasta el pasado mes de noviembre Canarias ostentaba la presidencia de las RUP, cargo que traspasó enconces a San Martín.Una delegación canaria, encabezada por el consejero de Economía, Pedro Ortega, se encuentra en la colectividad francesa para participar en un encuentro "al más alto nivel" en el que "intercambiarán experiencias en el desarrollo de estrategias comunes en materia de investigación, energías renovables, adaptación a los efectos del cambio climático o formación profesional destinada al sector de la Economía Azul", según informa la consejería en un comunicado.
Durante este encuentro -además de abordar temas de interés común como el crecimiento azul o la formación profesional en el ámbito marino- se activará el Memorándum de Entendimiento Canarias -San Martín, en el que se recoge que ambos ejecutivos mantienen "objetivos comunes" en el ámbito del desarrollo económico, social y territorial y, además, pretenden fortalecer "la coordinación, el intercambio de experiencias y la búsqueda de sinergias comunes".
