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Entrevista | Nadia Calviño

"Llevo 17 meses escuchando que llega el fin del mundo y luego la realidad es otra"

"Tenemos claro que en la próxima legislatura es preciso abordar la financiación autonómica", manifiesta la Ministra en funciones de Economía

La ministra en fuciones Nadia Calviño durante la entrevista.

Desaceleración, enfriamiento, ralentización. Más allá del debate semántico, la economía española está más débil que hace un año y existen incertidumbres. ¿Está preocupada?

En una situación compleja como la que estamos viviendo, con retos importantes en el ámbito internacional, hay que tratar de ver la realidad con la mayor objetividad posible. Hacer las previsiones con el máximo de prudencia y no dejar de abordar las medidas necesarias, no quedarse paralizado. En los últimos 17 meses, incluso estando en funciones, hemos puesto en marcha un gran número de iniciativas y de reformas para desarrollarlas en cuanto se inicie la legislatura, con una perspectiva de cuatro años necesaria para que fructifiquen.

¿Sin preocupación entonces?

Existe preocupación por el entorno internacional. Es un entorno inestable, de desaceleración, que España está capeando mejor que otros países. Nuestros fundamentos de crecimiento económico son mucho más sostenibles que en otros momentos de nuestra historia. Más allá de la preocupación, hay que tener determinación para afrontar esa ralentización y poner las bases de un crecimiento que sea robusto durante el máximo tiempo posible, y que sea además sostenible desde el punto de vista medioambiental y justo; que no deje a nadie atrás.

Con las elevadas cifras de deuda y déficit y con la Comisión Europea tan exigente con España, ¿qué margen de maniobra tiene para enfrentarse a esta coyuntura?

Desde el primer día, nuestro Gobierno ha llevado a cabo una política económica muy clara, comunicando activamente cuáles son nuestras prioridades: responsabilidad fiscal, sensibilidad social y reformas estructurales. Hay que seguir reduciendo el déficit y la deuda, sin poner en riesgo el crecimiento y la creación de empleo. Es necesario reducir la desigualdad y levantar la vista, mirar a los retos a medio-largo plazo y abordar reformas estructurales, porque los retos no esperan. Esta política coherente y nuestra comunicación activa han dado sus frutos, puesto que la confianza y la consideración de nuestro país en el ámbito internacional han mejorado. Los mercados valoran muy positivamente nuestra deuda. Ha mejorado nuestro rating. En definitiva, cuando me encuentro con los inversores internacionales y las instituciones internacionales, percibo que ven a España como un país sólido, un país en el que se puede confiar.

¿A futuro seguirá en esa línea?

Sí. No se trata ahora de cambiar. Yo siempre digo que reivindico la revolución de la templanza, la estabilidad, la coherencia y la sensatez.

¿Se podrán pagar las promesas electorales del PSOE

Lo primero es seguir creciendo, porque eso es lo que nos permite que la recaudación aumente. Es decir, el crecimiento económico y la creación de empleo son claves también para resolver los desequilibrios fiscales. Los ciudadanos ven que nuestra prioridad es un sistema fiscal que sea sólido en términos de recaudación, progresivo, que proteja a las clases medias y trabajadoras, y también justo.

¿Con nuevos impuestos?

Sí, hemos planteado el impuesto sobre determinados servicios digitales. Espero que tengamos un marco global el año que viene para estas nuevas plataformas digitales pero, si no fuera posible, tendremos que actuar a nivel nacional. No podemos seguir protegiendo o aceptando una competencia desigual entre estas plataformas y las empresas, por ejemplo, del comercio minorista, que pagan sus impuestos aquí, sus salarios y cotizaciones sociales y que contribuyen al bienestar del conjunto de la sociedad. Estas nuevas actividades digitales tienen que pagar los impuestos allí donde está el valor añadido, los datos de los ciudadanos.

Habla usted de impuestos y vinculados a ellos está también la financiación autonómica. ¿El Gobierno tiene clara la hoja de ruta en este ámbito?

Todos tenemos claro que en la próxima legislatura es preciso abordar el tema, pero es un asunto complejo. Tenemos que diseñar un sistema que permita garantizar la adecuada financiación, sobre todo de servicios sociales, de servicios básicos como la sanidad y la educación, sobre los que las comunidades autónomas tienen una responsabilidad primordial. La sensibilidad de nuestro Gobierno se ha puesto de relieve con actuaciones como el adelanto de las entregas a cuenta, para garantizar que se evita cualquier tipo de tensión de liquidez.

¿La Administración central ha de reducir su parte del pastel en favor de las comunidades para llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las autonomías? Es difícil que algunas acepten perder.

Tenemos que ver cuál es el adecuado equilibrio entre las corporaciones locales, las comunidades autónomas y el Estado. Hay determinadas prestaciones que necesitan del concurso de los tres niveles de la administración. Yo creo que primero tenemos que ver cuál es la administración mejor situada para proveer de estos servicios. Y, por otra parte, decidir cómo financiarlos.

Volviendo a las elecciones

Permítanme primero decir que a mí lo que más me preocupa es el aumento de la ultraderecha. Pensábamos que España estaba vacunada de este tipo de movimientos y lamentablemente no es así. No es solo que un partido de ultraderecha haya aparecido, sino que además otros partidos, los de la derecha, lo han blanqueado, le han dado una cierta apariencia de legitimidad y eso hace que ahora veamos cómo influye en las políticas que se desarrollan en determinadas comunidades autónomas como Andalucía, Madrid o Murcia. Y no sólo eso, incluso hay quien vaticina un aumento de su representación. Sobre Podemos, lo importante es tener un ejecutivo coherente, con el mismo punto de vista sobre las cuestiones fundamentales. Más allá de la investidura, es importante tener estabilidad. En este sentido, el presidente Sánchez tomó una decisión difícil, poniendo por encima el interés del país, que es tener un gobierno estable, particularmente cuando ya anticipamos que íbamos a un otoño complicado debido a las tensiones internacionales o a la sentencia del procés. De cara al futuro, creo que sigue siendo igual de importante que el Gobierno sea coherente.

Para esa estabilidad se necesitan acuerdos.

Sin duda. Como ha dicho el presidente, nuestra preferencia sería contar con un Gobierno como el actual, formado por personas del Partido Socialista e independientes, que es mi caso, que ha funcionado muy bien. Durante estos meses hemos tenido un Gobierno serio, responsable, coherente y muy activo. Hemos sacado adelante un gran número de iniciativas, hemos demostrado que podemos negociar y llegar a acuerdos con los otros grupos políticos y esa me parece la mejor opción de cara al futuro.

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