Con la legislatura regional recién estrenada, el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, optó ayer por un discurso constructivo y con escasas concesiones a la crítica política durante el tradicional almuerzo navideño de la patronal de la provincia de Las Palmas. En su opinión, la revolución digital es el tren que deben tomar las empresas canarias para lograr grandes avances en sus cuentas de resultados y el compromiso con la sostenibilidad, el marco en el que deben moverse de manera obligada.

No por ello se abstuvo Manrique de Lara de enviar recados a la clase política. El primero, contra el aumento de la presión fiscal, con el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y su vicepresidente, Román Rodríguez, escuchando con atención desde la primera fila.

También contra las medidas adoptadas al margen del diálogo social. "Por responsabilidad, debemos defender que no se proceda a limitar, intervenir, reducir o distorsionar la participación de la CCE en los diferentes órganos donde se decide el devenir de los intereses empresariales", expuso sobre el mal trago que supuso a la patronal el incremento del salario mínimo interprofesional decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez sin pasar por la mesa de negociación.

El máximo representante empresarial de la provincia oriental -su homólogo en la de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Francisco, estuvo presente en la cita- se afanó durante su intervención en no dejar atrás ninguno de los temas que ocupan la atención de la sociedad.

"Las empresas estamos comprometidas en alcanzar nuestros objetivos, desde un liderazgo compartido entre hombres y mujeres, basados en el talento y la diversidad", fue su concesión al deseo de una mayor presencia de féminas en los consejos de administración de las compañías.

Motor de transformación

Agustín Manrique de Lara atribuyó a la revolución digital el rol de "mayor fuente de competitividad" del tiempo actual, por lo que se ha convertido en "el principal motor de transformación social y económico".

Ahora bien, ¿con qué capacidades cuenta Canarias para beber del nuevo manantial de beneficios? En opinión del presidente de la CCE, "tiene muchos ingredientes para ser una de las regiones de Europa con más oportunidades", ya que en esa línea "se ha trabajado con éxito". Ahora ha llegado el momento de "rentabilizar" esa preparación del terreno.

Casi un movimiento obligado teniendo en cuenta que, como él mismo señaló, "la gran apuesta europea por la recuperación es avanzar hacia un mercado único digital europeo sin fronteras, sencillo, con reglas equilibradas y eficaces". También porque volcar la mirada hacia el ámbito tecnológico tiene un efecto balsámico de cara a "reducir las desigualdades, mejorar las condiciones económicas y sociales, y facilitar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)".

En el cumplimiento de los 17 ODS fijados por Naciones Unidas, están "firmemente comprometidos" los empresarios de Las Palmas, según su presidente. Además, "en sus tres dimensiones: social, económica y medioambiental". De entre esos hitos definidos por la ONU, Agustín Manrique de Lara incidió en la lucha contra el cambio climático. Se mostró crítico, porque "en este tema es mucho más lo que se dice que lo que se hace".

Ahora bien, advirtió de que la preservación del "medio ambiente no puede ser una excusa para parar la economía" y rechazó el uso del "ecologismo como fuente de enfrentamiento". Incluso, afirmó que tanto el crecimiento como la actividad económica "son garantía de lucha contra el cambio climático. Donde hay economía de mercado, donde hay protagonismo activo de los individuos, familias y empresas", la salud "medioambiental es mayor", expuso.

En buena lógica, despejar los nubarrones que amenazan el devenir de la economía mundial se revela capital y es algo factible en opinión del dirigente empresarial. "España tiene una base de sólido crecimiento basado en beneficios empresariales. Si logramos consolidarlo, estaremos entre los países más desarrollados de Europa y del mundo", alentó.

En el capítulo de amenazas, dio especial protagonismo al "elevado endeudamiento público", factor que "obliga a insistir en el rigor presupuestario". En otras palabras, contención del gasto por parte de la Administración para reducir el pasivo. "Y sin subida de impuestos", matizó, porque, a su juicio, la política fiscal debe diseñarse para "ayudar a la competitividad de las empresas, a su internacionalización e innovación, y sobre todo, favorecer la creación de empleo".

Los seis años consecutivos de creación de puestos de trabajo y crecimiento que se ha anotado el producto interior bruto (PIB) de las Islas sirvieron a Manrique de Lara para advertir de la necesidad de remar en sentido único ahora que el avance se complica. "Juntos será más fácil", añadió.

También las demandas al Estado ocuparon un espacio en la intervención del representante de los empresarios. Esa batalla por el cumplimiento de la agenda canaria debe tener "siempre" como límite "el marco constitucional". El objetivo es conseguir ayudas que permitan al Archipiélago "converger en renta y empleo, con la media nacional".

En clave estatal, el presidente de la CCE destacó "la lealtad al rey", además del respeto a la Constitución, como lindes entre las que discurre su día a día. "Los empresarios queremos un país basado en ese marco constitucional", explicó en presencia del secretario general de CEOE, José Alberto González-Ruiz.

"Con mucho esfuerzo y con las renuncias que todo consenso exige, hemos colocado a España entre los países que lideran la UE, que con sus imperfecciones, sigue siendo la región más avanzada, estable y solidaria", remarcó.