La pandemia del Covid-19 causa estragos en el empleo y solo se ha visto, a tenor de las advertencias de las autoridades sanitarias y políticas, las orejas al lobo. La pandemia del coronavirus ha puesto en jaque a la economía canaria y sus consecuencias en el mercado laboral ya son más que evidentes. Hasta ayer ya se habían presentado en Canarias unos 800 expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor, según las cifras facilitadas por CCOO y UGT. La suspensión de las clases a todos los niveles, primero, y el cierre obligado de los establecimientos de restauración y comercio con la declaración del estado de alerta sanitaria, después, han dejado al mercado laboral del Archipiélago herido de gravedad.

El registro de despidos temporales en las Islas, que paulatinamente se encaminan hacia el turismo cero, ha dado "un salto exponencial" en cuestión de horas. La semana pasada el Ejecutivo estatal ya advirtió que la crisis sanitaria podría llevar a engrosar las listas del paro a un millón de trabajadores en todo el país. Entonces ya se preveía que las medidas anunciadas para la agilización de los ERTE podrían multiplicar las cifras en las próximas fechas, puesto que muchas empresas estaban a la espera de conocer las medidas articuladas por el Gobierno central. Así ha sido. El apagón sin precedentes de la economía canaria, con la paralización del turismo, su principal motor, va a conducir al paro a miles de canarios.

CCOO estima que a lo largo de esta semana el 95% de los hoteles se vaciarán de turistas y, por tanto, se queden sin ningún tipo de actividad. El presidente regional, Ángel Víctor Torres, expuso ayer que aún quedaba entre 80.000 y 90.000 turistas en Canarias, si bien la mayoría, según afirmó, regresarían ayer mismo a sus países. Cada día salen entre 280 y 300 vuelos de regreso, cifras que fueron superadas durante la última jornada. El turismo, que aporta más de un tercio del PIB, emplea a unas 165.000 personas entre los 738 hoteles, los 3.100 apartamentos y las 12.000 viviendas vacacionales de las Islas. Las patronales hoteleras esperan como agua de mayo la orden del Estado que decrete el cierre de los establecimientos hoteleros. El Gobierno canario, que también ha solicitado a Madrid el cese de la actividad alojativa, considera además que no tiene sentido que vengan a Canarias vuelos internacionales. La avalancha de ERTE en este segmento, según avisan los sindicatos, está aún por llegar.

Si entre el jueves de la semana pasada y el lunes de esta se habían registrado 44 ERTE en las Islas, ya el miércoles la autoridad laboral tenía sobre la mesa unos 165. Ayer, el número de expedientes ya alcanzaba los 800, pero debido al aluvión de presentaciones, aún no estaban contabilizadas el número de personas afectadas. Uno de los sectores en los que más impacto ha tenido el parón, además de la hostelería y el comercio, es el del transporte. Debido a la caída del turismo, y también al cese del transporte escolar, las empresas han tramitado expedientes para unos 2.500 trabajadores, cifra que la patronal sectorial no descarta que se incremente a medida que Canarias se vacíe de turistas.

Blindaje al empleo

Blindaje al empleo

El secretario general de CCOO en Canarias, Inocencio González, indica que el real decreto aprobado el martes por el Gobierno central protege tanto a los trabajadores como a las empresas. González expone que con el paquete de medidas económicas, fiscales y laborales impulsado por el Estado se puede recuperar el tejido productivo con el mantenimiento del mayor número de entidades posible y el rescate de los trabajadores afectados. Esto será posible, esgrime, siempre que la paralización no se prolongue más allá de lo estimado y que haya voluntad de recuperar el empleo perdido por parte de las empresas. González señala, en este sentido, que el sindicato va a estar vigilante.

El secretario de Organización de UGT, Héctor Fajardo, hace hincapié, igualmente, en que no se ha tenido en cuenta el periodo de transición para recuperar la actividad, una etapa que se iniciará tras la superación de la emergencia sanitaria. "Esto es una cuestión de emergencia y se está intentado escapar como se puede", indica, por lo que advierte que el sindicato teme que se vaya a producir "una especie de prolongación o renovación de ERTE o una destrucción de empleo paulatina".

El decreto ley del Gobierno contempla que las empresas con menos de 50 trabajadores están exoneradas de abonar las cuotas a la Seguridad Social de la plantilla afectada por el expediente de regulación temporal de empleo. El resto deberá pagar el 25% de las cotizaciones. Los trabajadores despedidos, aunque carezcan del período mínimo de cotización, cobrarán el paro sin que el tiempo en el que perciban la prestación les compute como tal.