Gobierno central y agentes sociales ultiman un acuerdo sobre la reforma de la negociación colectiva y la revisión de los convenios que se considera clave en la carrera de la economía española por mejorar su competitividad, acelerar la salida de la crisis y crear empleo. La compleja negociación, tras casi dos años varada, se ha desatascado hace unos meses y su cristalización en un texto consensuado se concretará probablemente tras las elecciones del 22 de mayo.

La reforma pretende ser parte del Pacto Social y Económico suscrito por el Ejecutivo, la patronal y los sindicatos mayoritarios (UGT y CC OO) el pasado 2 de febrero en La Moncloa y ha sido impulsado recientemente por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, como elemento básico del proceso de reformas ofrecidas a la UE y a los mercados internacionales para alejar el fantasma de la intervención de la economía española.

El tira y afloja entre la patronal y los sindicatos en relación con la reforma de la negociación colectiva ha girado sobre un elemento clave: la aspiración de las empresas a una mayor autonomía y flexibilidad a la hora revisar los convenios y contemplar aspectos específicos a la hora de establecer los salarios y las condiciones laborales, y la resistencia de los sindicatos a perder legitimidad y poder en las empresas, así como a permitir una devaluación extrema de la negociación colectiva que ha marcado las relaciones laborales en la reciente historia española.

Salarios por productividad

Recientemente se incorporó otro elemento que ha tomado protagonismo en el actual contexto de crisis económica y que apareció como idea aportada por la canciller alemana, Ángela Merkel: vincular revisión e incremento de salarios a productividad, una aspiración empresarial que siempre se había soslayado por inaceptable para los sindicatos pero que ahora parece asumirse al menos para iniciar un debate de futuro. Estas son las principales claves de la reforma que está a punto de pactarse y que puede cambiar las relaciones laborales en el mundo de la empresa.

La negociación colectiva es el proceso por el que los trabajadores de una empresa o un sector productivo negocian las condiciones laborales y que se fija a través del convenio. Abarca aspectos como los salarios y su actualización periódica, los horarios, las jornadas laborales, las vacaciones, la capacitación profesional, las categorías profesionales o las condiciones de despido aplicadas a la plantilla.

Los agentes sociales sostienen que el actual modelo de negociación colectiva "tiene problemas de estructura y de vertebración, de legitimación, de flexibilidad interna, de innovación y adaptación de contenidos, de gestión y de adecuación a las dificultades", según reza el texto que manejan los interlocutores.

Unos de los principales obstáculos para acordar la reforma se refiere a la limitación de la ultraactividad, es decir la flexibilidad interna de las empresas y los sectores para tomar decisiones que busquen la competitividad y respuestas inmediatas a situaciones de dificultad, como ocurre en la actualidad: los empresarios quieren aumentar el poder para decidir sin condiciones sobre asuntos como los salarios, las jornadas o la movilidad funcional o geográfica de los empleados.

Los sindicatos no se niegan a ello, pero reclaman contrapartidas: más poder a los representantes de los trabajadores, más información sobre los planes empresariales, y que ello debe tener especial relevancia cuando la empresa pida mayor flexibilidad.