Meliá Hotels International, Grupo Iberostar, Riu Hotels & Resorts y Barceló Hotel Group, que en conjunto operan en España unos 250 hoteles y 70.000 habitaciones, han propuesto destinar durante el próximo quinquenio 2.000 millones de euros de los Fondos Europeos de Recuperación a la renovación y posicionamiento de los llamados destinos maduros. Esta iniciativa de regeneración de zonas maduras afectaría a doce destinos españoles tradicionalmente dependientes del Turismo, seis de ellos, en Canarias.

A estos cuatro hoteles les interesa San Bartolomé de Tirajana en Gran Canaria y también están en la lista Costa Calma, en Fuerteventura y Teguise, en Lanzarote. En la provincia occidental los hoteleros invertirán en Arona, Adeje y el Puerto de la Cruz, en Tenerife.

Magaluf y Playa de Palma (Mallorca), Benidorm (Alicante), Lloret de Mar (Girona), San Antoni de Portmany (Ibiza) y Torremolinos (Málaga), también son destinos por los que apostarán las cadenas hoteleras.

El proyecto que defienden estas cuatro cadenas que figuran entre las mayores de España y tienen su sede central en Mallorca, establece una estrategia de colaboración público-privada, que según ha precisado Meliá ayer, “permitirá avanzar hacia un modelo más sostenible y competitivo de la industria turística española, generando un impacto muy importante en la cohesión territorial y social, además de contribuir a la doble transición verde y digital establecida por la Unión Europea”.

Junto a la consultora FI Group, especializada en el asesoramiento de proyectos de I+D+i, y con el respaldo de 43 entidades públicas y privadas, los grupos hoteleros han presentado una Manifestación de Interés al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, cartera que dirige Reyes Maroto.

Las empresas consideran que la ayuda de los fondos europeos hacia las inversiones de entidades privadas y públicas en los destinos maduros “es absolutamente imprescindible” para hacer viable la transformación que requieren, y que de esta manera se da un respaldo económico a los planes de regeneración que están en marcha en estos destinos. Para estas cadenas hoteleras, la necesidad de invertir recursos en las zonas turísticas maduras ha aumentado de forma exponencial por la actual parálisis que sufre el sector.

Según estas compañías, ese parón implica “un riesgo de quiebra económica y social” en estas áreas que en su día abanderaron la industria turística del país, pero que ahora se enfrentan al gran reto de asegurar su continuidad a corto plazo, así como definir su hoja de ruta a una nueva competitividad a medio plazo.

Estas zonas turísticas maduras atraen casi una cuarta parte del volumen de turismo en España, la industria más importante del país con una contribución directa en 2019 del 12,7% del PIB nacional, más un efecto tractor que eleva esta ratio al 20 %, sumando el impacto indirecto, según los datos que manejan las cadenas.

Además del sector turístico hotelero, la Manifestación de Interés abarca otras iniciativas en los sectores de comercio, ocio, deporte y cultura, y con ello promover la desestacionalización del turismo, la segmentación más diversa y equilibrada de su clientela, y la convivencia entre el turista y el residente. El proyecto cuenta con el respaldo de muchas entidades públicas y privadas, que han manifestado su interés en la ejecución.

Esta iniciativa se suma a la primera Manifestación de Interés, anunciada la semana pasada junto a otras 70 compañías del sector, para la captación de más de 5.800 millones de euros y que pretende apostar por la modernización del sector a través de la sostenibilidad de los activos hoteleros, la gestión eficiente del negocio turístico y la digitalización de los procesos y de la experiencia del cliente. Tras la evaluación de todas las propuestas recibidas, el Gobierno definirá las áreas de interés para la realización de futuras convocatorias de las ayudas europeas.