Caixabank planteó ayer a los representantes de la plantilla una nueva reducción de las bajas previstas en su ERE. La dirección del banco ha propuesto disminuir en otros 450 los despidos lo que, sumado a las 686 recolocaciones internas ya planteadas en las últimas semanas, reduciría las salidas de las 8.291 planteadas inicialmente a 6.950, un 16% menos. La nueva reunión se produjo coincidiendo con la huelga convocada ayer en la entidad, el primer paro total de su historia, que según los sindicatos fue seguida por el 90% de la plantilla y obligó al cierre del 70% de las oficinas.

En concreto, en Canarias el seguimiento de la huelga ha sido un «éxito», según los sindicatos UGT y CC OO en las Islas. El cierre de las en torno a 300 oficinas de las Islas fue de un 90%, principalmente en la provincia de Las Palmas, donde la entidad bancaria prevé los despidos más masivos: 293 personas frente a 19 en Santa Cruz de Tenerife. En esta última provincia es donde se ha producido alguna apertura de sucursales mientras que en la de Las Palmas la clausura ha sido casi del 100% , indica David Morilla, responsable del sector financiero de UGT Canarias.

Según datos de ambas organizaciones sindicales canarias, las concentraciones en las sedes de las sucursales en ambas capitales, en la plaza del Patriotismo en Santa Cruz de Tenerife, y en Triana, en Las Palmas de Gran Canaria, rondaron las 700 personas.

Durante la negociación de ayer, los sindicatos pidieron un receso para valorar la propuesta de la empresa, pero mostraron de entrada sus dudas sobre la rebaja de las salidas planteada por el banco. «¿Cómo? Con recolocaciones en empresas del grupo ya anunciadas y sin justificar más. ¿Entonces? ¿De dónde salen los números? ¿Es esto una tomadura de pelo?», lanzaron. La dirección también plantea mejoras en las condiciones económicas de las salidas: un aumento de un punto porcentual de las indemnizaciones.

Por tramos

Así, para los empleados de entre 56 y 62 años elevaría la renta mensual que recibirían del 56% al 57% del salario fijo. Para los empleados de 54 y 55 años, también lo ha elevado del 54% al 55% y ha ampliado a este colectivo la posibilidad que ofrece al grupo de más edad de elegir entre mantener el 60% de las aportaciones al plan de pensiones o incluir en la renta tanto remuneración fija como variable del año 2021 pero sin aportaciones al plan de pensiones.

Para los de 52 y 53 años, la indemnización se elevaría a un pago único del 53% (hasta ahora 52%) del salario fijo multiplicado por seis. Para los de menos de 52 años, no han variado los 35 días de salario por año trabajado con un máximo 24 mensualidades, pero se han incrementado las primas por antigüedad (de 5.000 a 7.500 euros para quienes lleven más de 10 años en la entidad y de 1.000 a 2.000 euros para quienes no alcancen la década).

En el ERE pactado por CaixaBank y los sindicatos en 2019, el banco aceptó abonar el 57% del salario fijo anual a los empleados de 52 años o más y, al resto, 45 días por año trabajado con un mínimo de 36 mensualidades y un máximo de 42. Fuentes financieras afirman que el banco calcula estas indemnizaciones estrictamente sobre el salario fijo sin el variable, mientras que otros bancos no incluyen algunos complementos, con lo que el 57% equivaldría «aproximadamente al 75%» en el caso de los ERE de Santander y BBVA.

Los sindicatos «valoran los movimientos de la empresa», pero al mismo tiempo expresan su «rechazo absoluto» a la situación que se vive en el banco y a los «despidos forzosos» y reclaman una propuesta de integración de las condiciones laborales de la plantilla que venía de Bankia.

Hoy se vuelven a reunir las partes, así como el 28 y el 29 de junio, día en que ya se ha convocado otro paro si no se llega a un acuerdo.