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Crisis entre los productores de leche: Blanco y en botella... quiebra

El bajo precio de la leche y los altos costes llevan a la ganadería a la ruina | Los productores responsabilizan a las grandes superficies

Granja de ganado vacuno en Tenerife.

Los ganaderos isleños avisan: o las grandes marcas de distribución alimentaria aumentan los precios de la leche o no podrán sobrevivir. Los productores se encuentran inmersos en una ‘tormenta perfecta’ en la que los elevados costes de producción conducen al sector a la quiebra.  

Los ganaderos canarios están al límite. Los bajos precios de la leche y la subida de los costes de producción están conduciendo al sector a la quiebra. Un litro de leche cuesta en el mercado 43 céntimos y a los ganaderos les supone producirla unos 48 céntimos. Ni beneficios, ni rentabilidad. Actualmente producir leche solo genera pérdidas. Y bajo estas condiciones no sobrevive ninguna empresa. Así lo defienden los ganaderos de las Islas que aseguran que si los precios no suben pronto «la ganadería de Canarias desaparecerá». En muchas partes del país los productores ya se han lanzado a la calle para protestar por una situación que consideran «insostenible».

Los ganaderos canarios no exigen grandes subidas, ellos reclaman que los precios crezcan lo suficiente para que «compense» el incremento de los costes de los piensos, el Diesel y la subida de la luz. «Tan solo pedimos que el cambio sea de unos céntimos para que los ganaderos podamos sobrevivir sin ahogarnos», aclara Manuel Expósito, presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate). Y con él coincide Nicolás Pérez, gerente de la Cooperación de Ganaderos de Gran Canaria, quien asegura que durante el primer año de pandemia los precios aún se redujeron más hasta llegar a 40 céntimos por litro. «Este año ha crecido tres céntimos recuperando los precios prepandemia, pero el incremento no cubre la subida del 35% en los precios de la producción», aclara Pérez.

Las pérdidas de las explotaciones aumentan por la subida de los piensos, el combustible y la luz

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El coste de algunos cereales básicos para la alimentación animal ha alcanzado este otoño cifras récord, con unos incrementos medios de entre el 35 y el 45% respecto a la campaña anterior. Una situación que se ha generado debido a la escasez, el acaparamiento de países como China y a la mayor demanda mundial. El pienso y los forrajes, supone el 60% del gasto total de una explotación, por lo que la subida tiene una fuerte repercusión en la economía del sector. La producción local de alimento para ganado es prácticamente inexistente en las Islas por lo que los ganaderos dependen directamente de la importación y por lo tanto de las subida de precios en el transporte. «Los contenedores suponen entre 200 y 400 euros más respecto a hace dos meses», explica Pérez, quien asegura que «ni siquiera el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) cubre esos fletes de Península». El REA es un mecanismo diseñado por la Unión Europea desde 1992 para garantizar el abastecimiento en el Archipiélago de productos que escasean o directamente no existen en las Islas.

El incremento en los precios de la electricidad es otro de los ingredientes que forman parte de la tormenta perfecta en la que se encuentran inmersos los ganaderos de Canarias. Los productores han visto mermadas sus cuentas ya que mucha de su maquinaria es eléctrica. «Las bombas de vacío para sacar la leche o lo bancos frigoríficos para almacenarla son elementos de los que no podemos prescindir», lamenta Expósito.

¿Y quién puede evitar la quiebra de la ganadería en las Islas? Los productores lo tienen claro: las grandes superficies comerciales, encargadas de establecer los precios de los productos en el mercado. Pérez asegura que ya existen contactos con los responsables de estos establecimientos en Canarias, y considera que existe una «actitud positiva» ante la propuesta. Por otro lado, el presidente de Agate no se muestra tan esperanzado y asegura que «las grandes superficies son muy egoístas ya que no han ofrecido respuesta a los ganaderos y han negociado la campaña de 2022 con los mismos precios bajos». Según Expósito estos comercios mantendrán sus márgenes «sí o sí» por lo que le «cerrarán la puerta al sector productor».

«Si no suben los precios de la leche tomaremos decisiones drásticas, la otra opción es cerrar las explotaciones»

Manuel Expósito - Asociación de Ganaderos de Tenerife

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Lo que si tienen claro ambos representantes del sector es que si la cosa no cambia a principios del nuevo año, los ganaderos canarios «tendrán que tomar medidas drásticas al respecto». Y quizás copiar algunas iniciativas de sus homólogos en la Península, donde ya se han dado movilizaciones y protestas frente a grandes superficies comerciales arrojándoles botellas de leche. «No nos queda otro camino. El otro camino es cerrar las explotaciones y llevarnos a la muerte, al cierre total», lamenta Expósito. «Nosotros somos gente pacífica y vamos a ir paso a paso, pero si no obtenemos respuestas no dudaremos a la hora de tomar medidas», añade Pérez.

El precio de la leche que cobran los productores ha estado estancado durante décadas, mientras que los costos de producción han seguido aumentando. Una realidad que ha afectado en mayor medida a los ganaderos de la Península. «Allí el precio está mucho más paralizado y tienen más competencia porque pueden llegar camiones desde Francia cargados en cuestión de horas», explica Expósito. Las distintas movilizaciones celebradas por todo el país reclaman al Gobierno central que apruebe la ley de Cadena Alimentaria, que obliga a tener en cuenta el coste de producción para establecer el precio de venta.

Los ganaderos de Canarias ya han expuesto a las instituciones la problemática y han exigido medidas al respecto. En el primer trimestre de 2021 los representantes del sector se reunieron con la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, para hablar sobre los efectos de la pandemia y las consecuencias del aumento en los costes de producción. El encuentro sirvió para destinar una partida de ayudas al sector por valor de 7,6 millones de euros, que esperan recibir antes de la primera quincena de enero. «Necesitamos que este dinero llegue cuanto antes para hacer frente a un montón de pagos que se han ido dilatando», explica Expósito. Pérez, en cambio, resta importancia a la partida económica. «La subvenciones son pan para hoy y hambre para mañana, lo que tienen que hacer es subir los precios de la leche para que los ganaderos podamos subsistir», reclama.

«Las ayudas al sector son pan para hoy y hambre para mañana. Nosotros reclamamos soluciones más definitivas»

Nicolás Pérez - Cooperación de Ganaderos de Gran Canaria

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La ganadería en Canarias acumula una caída del 40% en número de cabezas de ganado en la última década al pasar de 507.160 en 2010 a un total de 304.452 el año pasado, según datos recogidos por el Instituto Canario de Estadística (Istac). El número de explotaciones ganaderas especializadas en ejemplares de bovino, caprino u ovino, es decir, aquellas que pueden comercializar leche, no deja de reducirse. Según los datos registrados por Istac en cinco años el Archipiélago ha perdido algo más de 780 de estas granjas, lo que supone una de cada cinco de las que existían en las Islas. En el 2020 el número de estas explotaciones ascendía hasta las 2.806 en toda Canarias, mientras que apenas un año antes eran 60 más. «Es paradójico que haya disminuido el número de explotaciones y ganado pero haya aumentado la producción de leche», apunta Expósito, quien asegura que esto se produce como «consecuencia de la profesionalización del sector». 

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