El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento del 5,8% este año en España, el mismo que estimó en diciembre pasado tras revisar los pronósticos realizados en octubre, cuando alertó de un enfriamiento en la recuperación, según la actualización de las previsiones globales publicada este martes. En función de esas estimaciones, la economía española seguirá siendo líder en dinamismo entre los países avanzados. En todo caso, estos pronósticos están alejados de los que incluyen los Presupuestos Generales del Estado, con un alza del 7% en 2022, aunque se aproximan más para 2023, que el Ejecutivo español sitúa en el 3,5% y el Fondo en el 3,8%.

La economía española creció el año pasado el 4,9%, tres décimas más de lo que el propio Fondo calculó en diciembre, aunque lejos del 5,7% que había previsto en octubre, y muy por debajo del 6,5% previsto por el Gobierno. De hecho, durante la última parte del año se acumularon las rebajas de previsiones por parte de numerosos organismos, incluyendo el Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) o la Comisión Europea. En todo caso, en el recorte de previsiones con respecto a octubre destacan Alemania, con una rebaja de ocho décimas, hasta el 3,8%; o EEUU, con un recorte de 1,2 puntos, hasta el 4%, entre los países más avanzados.

Para la zona euro, la revisión a la baja es de cuatro décimas, hasta el 3,9% este año y cinco décimas al alza en 2023, hasta el 2,5%, frente al 5,2% del año pasado, dos décimas más de lo calculado en octubre pasado. Las economías avanzadas, tras una caída del 5% en 2021 (dos décimas menos de lo previsto), avanzarán el 3,9% este año y el 2,6% el que viene, seis décimas menos y dos más, respectivamente, de lo estimado en octubre pasado.

Y es que la escalada de la inflación surgida a raíz del aumento de los precios de la energía, que según este organismo, se prolongará durante unos cuantos meses este año, junto con las disrupciones en la cadena de suministros, harán que el crecimiento mundial este año sea del 4,4%, en vez del elevado 5,9% que el FMI calculaba en octubre pasado. El alza será el año que viene del 3,8% a nivel global.

Segunda mitad del año más positiva

La revisión al alza de dos décimas a nivel global en 2022 recoge un rebote automático de la actividad después de que se disipen los frenos al crecimiento durante la segunda mitad del ejercicio, según las estimaciones del Fondo. De todas formas, los vaticinios están sujetos a que la pandemia decaiga en la mayoría de países al final del año a medida que el nivel de vacunación a nivel mundial y las terapias mejoren. De todas formas, según el organismo, los riesgos ligados a la evolución de la pandemia persisten y que pueden provocar nuevas restricciones en caso de un aumento de las infecciones, alertan los autores de las previsiones. Además se prevén presiones sobre los aumentos salariales en numerosos países debido a la escalada de la inflación.

EEUU, la primera potencia mundial, será la que se verá más afectada por la revisión a la baja del crecimiento este año, con un recorte de 1,2 puntos, hasta el 4% y una mejora de cuatro décimas en 2023, hasta el 2,6%. Ante este escenario, la Reserva Federal, el banco central del país, ya ha anunciado subidas de los tipos de interés este año, que podrían comenzar a partir de marzo.

A juicio del FMI, 2022 comienza, en términos globales, en una posición "más débil" de la inicialmente esperada. Además de la expansión de la variante ómicron del covid-19, que ha devuelto las restricciones a muchos países, se mantienen el aumento de los precios de la energía y las disrupciones en las cadenas de suministros. Todo ello ha provocado una expansión de la inflación, por encima de lo que inicialmente se esperaba. A corto plazo, la previsión es que se sitúe en una media del 3,9% en los países avanzados y del 5,9% en las economías emergentes y en vías de desarrollo.

China, el otro coloso económico mundial, se verá afectado por las medidas de tolerancia cero con el coronavirus, que han afectado al mercado inmobiliario. Todo ello ha provocado un recorte de ocho décimas en las previsiones de crecimiento con respecto a octubre, hasta el 4,8%; y de dos décimas en 2023, hasta el 5,2%, según los cálculos del FMI.

El FMI advierte de que además de las incertidumbres que genera la escalada del nivel general de precios y los problemas en la cadena de suministros, hay que añadir como riesgos la estabilidad financiera en las economías emergentes y las que están en vías de desarrollo, en las que emergerán los problemas de deuda generados a lo largo delos dos últimos años.

El organismo alerta de que el acceso a vacunas, tests y tratamiento "es esencial" para reducir el riesgo de nuevas variantes más peligrosos del covid-19, una de las mayores amenazas para la economía mundial. Eso requiere, entre otras cosas, "una distribución internacional más justa".