Ferrovial ha cerrado la operación por la que adquiere el 96% de la participación que la firma de inversión estadounidense Carlyle tiene en el consorcio designado para diseñar, construir y operar una nueva terminal en el Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York, por 1.140 millones de dólares estadounidenses (1.062 millones de euros).

Según ha informado el grupo de infraestructuras español a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tras el cierre de mercado de este viernes, todas las condiciones suspensivas a las que estaba sujeta la operación se han cumplido, por lo que ya se ha procedido al cierre de la operación.

Actualmente, Carlyle es titular del 51% de este consorcio y Ferrovial se ha hecho con el 96% de esta participación a través de su filial de Aeropuertos, por lo que la constructora española pasará a controlar el 49% del total, una participación mayoritaria, puesto que los dos socios, JLC y Ullico, cuentan con el 30% y 19%, respectivamente.

Esta última inversión de la compañía presidida por Rafael del Pino en el mercado de aeropuertos comenzará a dar sus primeros resultados en 2026, cuando se prevé la apertura de la primera fase de la terminal, con el objetivo de abrir al completo tres años más tarde con una capacidad estimada de 23 millones de viajeros cada año.

Según detalló la compañía en una presentación dirigida a analistas, el periodo de la concesión será de 38 años, por lo que el contrato se alargará hasta 2060, y los ingresos procederán en un 84% del negocio aeroportuario y el restante 16% de los contratos vinculados a la zona de tiendas y restaurantes, concentrando el 'duty free' el 61% de esta última cifra.

Los más de 1.000 millones de dólares comprometidos por Ferrovial en el proyecto se aportarán de manera progresiva a medida que vaya avanzando el proyecto, siendo 2024 el ejercicio con la mayor inyección, con cerca de 500 millones de dólares. En 2023 y 2025, este importe se reduce a 250 millones y en 2022 y 2026 la cifra será mucho menor.

Más capacidad de viajeros

Las terminales que sustituirá la New Terminal One cuentan ahora con una capacidad de 8 millones de viajeros, con 20 aerolíneas y 65.000 metros cuadrados. Tras una inversión total de 9.000 millones de euros, pasará a contar con una capacidad de 23 millones de pasajeros y 223.000 metros cuadrados, de los que 16.000 metros corresponderán a la zona de tiendas y ocio.

Ferrovial destacó que esta terminal operará en la mayor área metropolitana de Estados Unidos, con unos 22 millones de residentes, acogiendo las sedes del 25% de las 500 mayores empresas cotizadas del país. Además, el aeropuerto recibe viajeros de todo el mundo, por lo que no será dependiente del turismo de ninguna zona en concreto.

En total, el aeropuerto JFK, incluyendo todas sus terminales, concentra una capacidad de 62,5 millones de personas, con 86 aerolíneas y el 56% de los flujos de viajeros es internacional. Su cuota supone el 66% del mercado de la región de Nueva York.

S&P mantiene el rating

En un comunicado, S&P Global Ratings ha comunicado su decisión de no alterar la calificación crediticia de la compañía como emisor de deuda a largo plazo, con considerar que esta operación está alineada con su estrategia Horizon 24, que se centra en la promoción de activos de infraestructuras sostenibles.

La agencia de calificación asegura que esta adquisición no tiene efectos inmediatos en la compañía, dado el margen que todavía tiene respecto a su actual rating de 'BBB', dentro del grado de inversión, y por su "fuerte balance y sólida generación de caja".

"Esta inversión debería incrementar la exposición de Ferrovial a Estados Unidos y a los proyectos de infraestructuras de alto valor concesional, dado el incremento de la capacidad de alta calidad esperado en el aeropuerto, donde existe una fuerte demanda y una escasa oferta", ha señalado S&P, que recuerda que este último informe no supone una acción sobre la calificación de la compañía.